Atentados en París

El Director del Colegio Español en París: "Es como si fuera en la calle Betis"

  • El cordobés Juan Ojeda, director del Colegio Español en París, afirma que la Policía esperaba un ataque desde hacía semanas.

"Estaba cenando en un bar con Julio Pérez Serrano, catedrático de Historia de la Universidad de Cádiz, cuando escuchamos por televisión las explosiones alrededor del Stade de France y ahí se formó el revuelo". El cordobés Juan Ojeda es el director del colegio español en París desde el año 2012 y testigo directo de lo que está ocurriendo en la capital francesa desde que varios grupos de terroristas se dedicaran a sembrar de muerte la noche parisina el pasado viernes. El que fuera secretario general del PP andaluz narra con tranquilidad cómo se viven las horas posteriores a una matanza que ha dejado más de 120 muertos y casi un centenar de heridos.

"Cuando sacaron a Hollande del estadio la gente comenzó a ponerse muy nerviosa y se armó un gran follón", mantiene. No obstante, lanza un mensaje de tranquilidad porque "la zona en la que está el colegio es muy tranquila y aquí apenas se nota lo que está pasando en el centro de la zona". Aun así señala que "la seguridad se incrementó e la misma madrugada de ayer porque esto es un área especial".

El Colegio Español en París cuenta con 140 residentes "y todos están bien y no ha habido ningún problema con ellos", asevera al otro lado de la línea telefónica. No obstante, "he salido a dar un paseo esta mañana y las calles están desiertas, sólo me he cruzado con cuatro o cinco personas que habían salido a hacer footing". Y es que la recomendación del Gobierno francés para que los parisinos permanecieran todo el día en sus casas ha hecho efecto, a lo que se une que "las líneas de metro están cortada y al centro no se puede acceder porque han puesto barreras y numerosos controles".

Ojeda cuenta que, aunque nadie podía esperar una matanza de esta magnitud, sí que es cierto que "en las últimas semanas hemos notado un incremento de la seguridad en las calles" y de numerosos registros a personas en el metro de la ciudad. El político cordobés recuerda un acto en la embajada española en París hace quince días para ubicar el estado de alerta en el país galo. "Fue un intercambio de medallas y reconocimientos entre los cuerpos de seguridad españoles y franceses", señala, "y después del acto, en una conversación con altos cargos de ambos países, los responsables de la Gendarmería y de los servicios secretos  contaban que esperaban un ataque de forma inminente por la implicación de Francia en la ofensiva contra el EI en Siria". "No era neurosis, pero sí una certeza total", admite Ojeda, antes de señalar que los mismos dirigentes policiales trasladaban el peligro potencial a las principales capitales europeas.

Lo que no se podían imaginar esos responsables de la seguridad nacional es que el ataque del viernes alcanzase el grado de brutalidad que alcanzó. "Es como si los terroristas disparasen en las terrazas de la calle Betis o de la Alameda de Hércules en Sevilla", afirma Ojeda. "Aprovecharon que hacía buen tiempo, no llovía, y los bares tenían puestas las terrazas para que el público pudiera fumar", sentencia.

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