La presidenta argentina, Cristina Fernández, dijo ayer que la "denuncia sin pruebas" presentada contra ella por el fiscal Alberto Nisman por encubrimiento terrorista es una "vergüenza y un bochorno", porque semanas antes de su muerte preparaba documentos en los que reconocía la labor del Gobierno. "Lamento su muerte como lamento la muerte de cualquier argentino", dijo durante el discurso de apertura del año legislativo, en referencia al fiscal especial de la causa por el atentado contra la mutualista judía AMIA, que causó 85 muertos en 1994. Sin embargo, afirmó que la demanda por supuesto encubrimiento a los sospechosos iraníes del ataque -presentada por el fiscal el 14 de enero, cuatro días antes de su muerte- es una "vergüenza y un bochorno para los argentinos", ya que Nisman, apenas en diciembre pasado, preparaba dos documentos en los que alababa los esfuerzos internacionales del Gobierno para esclarecer la causa.

Según explicó la mandataria, Nisman preparaba dos documentos para presentarlos ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, unos informes que "dicen exactamente lo contrario a lo que dice su denuncia", por lo que el caso "debería llamarse Nisman versus Nisman", apuntó.

Además, Fernández cargó de nuevo contra el poder judicial, al que volvió a acusar de haberse convertido en un "partido", como ya hizo tras la movilización convocada por los fiscales en memoria de Nisman, el pasado 18 de febrero, que reunió a cientos de miles de personas y que contó con la participación de la oposición.

Por otra parte, ayer se conoció que los investigadores están estudiando si los ordenadores o los teléfonos de Nisman fueron hackeados tras su muerte, debido a las dudas sembradas por varios testigos sobre el operativo realizado la noche que se encontró el cuerpo.

La ex mujer del fiscal, la jueza Sandra Arroyo Salgado, que interviene como querellante en la causa de la muerte, solicitó que los cinco ordenadores y los dispositivos móviles de Nisman sean analizados para saber si alguien los usó o accedió de forma remota cuando el fiscal ya había muerto.

En su discurso de apertura del curso político, Fernández también subrayó que los gobiernos kirchneristas han "desendeudado definitivamente" al país y que "nunca más" habrá gobiernos "que tengan que tomar deuda para pagar deuda". "Si nos endeudamos, que sea para obras de infraestructura y proyectos de crecimiento", sentenció.