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Obama pide "un discurso público más civilizado" tras la matanza en Tucson

  • El presidente ha dicho que esta tragedia debe servir "para escucharnos los unos a los otros más cuidadosamente".

El presidente de EEUU, Barack Obama, instó a utilizar "un discurso público más civilizado" tras la matanza el pasado sábado en Tucson y la polémica sobre sus motivos.

Obama hizo este llamamiento en el transcurso de una ceremonia de homenaje a las víctimas del tiroteo el pasado sábado en Tucson (Arizona), en el que murieron seis personas y otras catorce quedaron heridas, entre ellas la congresista Gabrielle Giffords, considerada según la Policía el objetivo principal del ataque.

El mandatario dedicó un apartado especial a la congresista, a la que visitó en el hospital, y que, cuando él se marchaba, "abrió los ojos por primera vez", según reveló, entre aplausos ensordecedores de todo el público puesto en pie en el pabellón.

Giffords "sabe que estamos aquí, que la queremos y que la estaremos apoyando en lo que será un camino difícil" para su recuperación, indicó, mientras una conmovida Michelle Obama abrazaba al marido de la congresista, el astronauta Mark Kelly, sentado a su lado.

Según Obama, "sólo un discurso público más civilizado y honesto puede ayudarnos a afrontar nuestros desafíos como nación".

El presidente estadounidense recordó, no obstante, que nadie puede saber aún qué desencadenó el atentado y declaró que "lo que no podemos hacer es usar esta tragedia como una ocasión más para volvernos los unos contra los otros".

"En lugar de apuntarnos con el dedo o echar la culpa, usemos esta oportunidad para ampliar nuestra imaginación moral, para escucharnos los unos a los otros más cuidadosamente, para agudizar nuestros instintos de empatía, y recordemos todos los modos en que se enlazan nuestros sueños y esperanzas", declaró el presidente estadounidense.

El presidente recordó a cada una de las seis víctimas mortales, desde el juez federal John Roll a la niña de nueve años Christina Taylor Green, para afirmar que "la pérdida de esta maravillosa gente nos debería hacer a cada uno de nosotros intentar ser mejores en nuestras vidas diarias".

El tiroteo ha abierto el debate acerca de si el supuesto culpable, Jason Lee Loughner, actuó impelido por los insultos y duras palabras que se han intercambiado en los últimos tiempos políticos de izquierda y derecha y comentaristas en radio y televisión.

Ello ha hecho que surjan numerosos llamamientos a mantener un tono más civilizado en el intercambio político.

"Podemos hacerlo mejor. Los que murieron aquí, los que salvaron vidas, me ayudan a creerlo. Puede que no podamos detener todo el mal en el mundo, pero cómo nos tratemos los unos a los otros depende enteramente de nosotros", subrayó.

Según indicó el presidente, ante una audiencia de 14.000 personas en el centro McKale de la Universidad de Arizona y otras 10.000 que no pudieron entrar en el pabellón, "las fuerzas que nos dividen no son tan fuertes como las que nos unen".

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