Hacía más de un año que no tocaban juntos y, después de este tiempo, lo harán en Salobreña, en el marco de la vigésimo segunda edición del Tendencias. Javier Corcobado inaugura el ciclo de conciertos del festival y reúne así a su banda, formada por Juan Pérez Marina (guitarra), Josu Urquidi (saxo tenor), Jesús Alonso (batería) y Sergio Devece (bajo). A este artista, del que se ha dicho que es "singular, sorprendente y atípico", le emociona también este momento: "para nosotros es un gran evento, es un concierto especial".

Además, le aguarda al público una sorpresa: La interpretación de "dos o tres" canciones nuevas, de las que los asistentes podrán disfrutar en primicia. De esta manera, actuará por primera vez en Salobreña, localidad que ya conoce, aunque nunca se había subido en ella a un escenario, a pesar de conocer a los organizadores del Tendencias y de haber cantado en Granada varias veces.

A las 22 horas, en el Auditorio Martín Recuerda de la Villa, comienza un concierto, que él prefiere denominar como "un mundo", más que la presentación de su último trabajo: El ep Te estoy queriendo tanto, "una prolongación o anexo de 'Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad'. En este trabajo incluye "canciones antiguas" según el propio músico, versiones de artistas admirados por él como Caetano Veloso , Serge Gainsbourg o Manuel Alejandro. "Cuando estuvo editado el LP, nos dimos cuenta de que faltaban canciones, que no habían cabido". De ahí surgió este CD de cuatro canciones que incluye un video del mismo nombre.

De este trabajo audiovisual Corcobado se muestra muy orgulloso: "Estoy muy satisfecho del video dirigido por Fernando Franco. El rodaje fue estupendo". Y resume su contenido: "Es una expresión de amor".

Sin embargo, no está tan contento con los discos, ya que asegura que con Te estoy queriendo tanto no quiere hacer más y pone punto final a esta etapa. "No pienso sacar más discos, en formato de disco, aunque no descarto en el futuro sacar algún vinilo, como algo de lujo", comenta.

"Estoy enfocando el futuro próximo en 'Canción de amor de un día'", un proyecto en el que lleva trabajando tiempo que supone la creación de una canción inédita e inaudita de 24 horas de duración, en la que colaboran con él cerca de 50 artistas. Para alegría de sus seguidores, "va muy avanzado. Hicimos una pequeña presentación de dos horas: Pequeño preludio inmortal, a cargo de Juan Navarro", que es el encargado de la parte escénica de Canción de amor de un día. "Faltan aún unas cuantas piezas de composición que están a mi cargo, soy yo el que se va retrasando, pero espero que este invierno esté terminado, puede que en diciembre". Y añade que está en proceso de masterización, a la que seguirá la de video ...

Corcobado, cuando era pequeño, creía que las canciones podían durar una semana o un mes. De momento, está empeñado en crear ésta de un día completo. "Si resistimos al embate, si me quedan ganas, puede que le siga una canción de dos semanas", bromea. Sin embargo, añade inmediatamente que "es de las últimas cosas que puedo hacer en música, pues me absorbe en cuerpo y alma".

Dentro de diez años, "cuando tenga 60 años", se ve a sí mismo, teniendo tiempo para escribir. Sin embargo, ya hay un libro de poemas nuevos que está creando desde hace más de un año y con el que espera continuar el año que viene. También ha elaborado la novela Canción de amor de un día, que ha servido como guión a esta 'maxicanción'. "Tengo muchas ganas de sentarme a escribir. Ahora mismo es como más disfruto", revela.

Corcobado se ríe con los comentarios que le encasillan en el instaurador del ruidismo en el rock de este país, el duque del ruido o el príncipe del underground: "Me lo tomo con sentido del humor, porque yo no tengo ningún título nobiliario ... No me lo creo en absoluto". De las críticas hace el caso justo, aunque sí admite de ellas que está cómodo en los caminos experimentales: "Mi vida es así, sobre todo, en la parte artística. Soy un explorador, que rompe hielos incógnitos a veces". Y añade: "Pero eso me permite continuar en la música".