Actual

Federico García Rodríguez, padre y mentor en la sombra

  • 'Molino de Tiempo' homenajea al padre del poeta, a Fuente Vaqueros y a la Vega El proyecto, que se ha presentado en Barcelona, llegará a Granada en 2017

Si hay una palabra que identifica el modo en que José Salobreña entiende el patrimonio cultural es, sin duda, compromiso. Nunca ha dejado de estar comprometido con su tierra. Con Granada y con el Fuente Vaqueros que lo vio nacer en 1947. Emigró con 15 años a Cataluña y a lo largo de los años se ha ganado la vida combinando sus estudios con el trabajo, siempre con un fuerte sentimiento de arraigo. En los 70 volvió a Andalucía, con varias publicaciones a sus espaldas y presentando sus primeras pinturas en Granada. A partir de este momento comienza a exponer sus cuadros y publicar numerosos libros, con una intención de denuncia social y un llamamiento para "todos aquellos que han olvidado el verdadero patrimonio", como él mismo explica.

Con ese mismo propósito el pintor presenta un nuevo proyecto: Molino de Tiempo, un testimonio de su propia vida construido para el recuerdo de los muchos acontecimientos que han tenido lugar en su pueblo natal, Fuente Vaqueros.

En Molino de Tiempo asoman, según Salobreña, "las muchas verdades, mentiras e historias de la tierra", todo ello configurado como homenaje a una persona de su total admiración y que por desgracia ha pasado a un segundo plano en la historia. Hablamos de la figura de Federico García Rodríguez, padre de Lorca, nacido en 1859 y fallecido en 1945 a la edad de 86 años. Pese a su figura poco conocida, José Salobreña defiende a García Rodríguez y lo sitúa como "elemento esencial en la carrera de su hijo". El pintor cuenta de Rodríguez que "es la base de la herencia cultural, el mentor de todo lo que forma parte de Lorca".

Desde pequeño, el poeta de Fuente Vaqueros se crió en un ambiente muy rico en cultura, una tierra donde, al contrario de lo que predominaba en otros pueblos, "había desde pintores hasta violinistas". Federico García Rodríguez, padre y mentor de Lorca, apoyó totalmente a su hijo y "le pagó sus viajes, sus caprichos, sufragando todo lo necesario para configurar el que sería un histórico futuro".

Los que han conocido y estudiado la vida de Federico García Rodríguez alaban su figura emprendedora, los esfuerzos que tuvo que realizar a la hora de luchar con el medio rural y sobre todo, destacan el dolor que vivió con la pérdida de un hijo, como tantos otros padres sufrieron en aquella Guerra Civil.

Según Salobreña, "ahora harían falta emprendedores como lo fue Federico García Rodríguez, que siempre tuvo en mente el crecimiento de su hogar, de su tierra y sus gentes". Esta preocupación le llevó incluso a "contratar más trabajadores de los que necesitaba, solamente por intentar paliar la pobreza de sus jornaleros". Todo ese trabajo por el crecimiento de la tierra se ha visto olvidado y desgastado con los años y José Salobreña afirma que, "si la Vega hubiese interpretado bien a Federico, hoy hablaríamos de un tesoro de Europa".

Esta mala interpretación ha llevado a "una excesiva mitificación de la figura lorquiana, mientras que su pueblo y sus gentes han ido descendiendo en esa escala de cuidados". José Salobreña denuncia un abandono y descuido de recursos porque "no ha existido nunca iniciativa, lo que hace necesario una revisión del patrimonio".

Molino de Tiempo es, además de un reconocimiento a Federico García Rodríguez, un reconocimiento total a Fuente Vaqueros, a la Vega de Granada, la tierra, sus gentes y al costumbrismo del que Lorca se nutrió desde pequeño. Por esa razón, Salobreña propone "hacer un proyecto importante de rehabilitación del territorio". Ahí es donde entra Molino de Tiempo, con una clara intención de intermediario crítico con los 40 años en los que se han estado haciendo las cosas mal, todo con la esperanza de hacer de la Vega aquella zona rica y valorada que en un pasado fue.

"No se ama aquello que no se conoce", afirma Salobreña, y por medio de este nuevo proyecto propone convertir la Vega y Fuente Vaqueros en un espacio cultural y turístico, con una agricultura adaptada al tiempo actual". "El territorio y el patrimonio no se han puesto en valor y cosas que hace 40 años eran parte de un sueño, hoy viven una situación insostenible".

El proyecto Molino de Tiempo se ha presentado en Barcelona, con una acogida magnífica e incluye, junto con la exposición de pintura de José Salobreña, un documental que rinde homenaje a la tierra y al padre de Federico. En otoño visitará Bilbao, "emulando lo que el padre de Federico vivió cuando marchó hacia Nueva York". Tras este recorrido, José Salobreña cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Granada y su alcalde, Paco Cuenca, para traer el proyecto a nuestra ciudad.

Vendrá a lo largo de 2017 y contará con exposiciones de pintura, conferencias, actuaciones teatrales y diversas personalidades de envergadura que colaborarán en esta revisión de Federico y su reflejo en el territorio. Salobreña invita a "mirar menos la muerte y la calavera, y tener más presente la vida y, sobre todo, el prestigio de nuestra tierra".

Con respecto al proyecto es optimista, "si bien tendremos que pasar por varios purgatorios, aunque la esperanza de revertir la situación es real". Con esta iniciativa de rehabilitación y reconfiguración del territorio, Salobreña espera que "entre todos abramos una nueva ventana y el año que viene logremos hacerle un homenaje a ese padre que murió en la ciudad de Nueva York". También desea que el proyecto sirva para "hacer un bálsamo de amor en la historia y cerrar las heridas del pasado".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios