Cincuenta años después de La región más transparente, Carlos Fuentes vuelve a la Ciudad de México en su nueva novela, La voluntad y la fortuna, para ofrecer un retrato desolador y amargo de la sociedad mexicana y de la política, narrado con "esa visión crítica" que debe tener el novelista.
"La función del escritor no es aplaudir a los políticos, sino criticar en el buen sentido de la palabra y ofrecer soluciones", afirma Fuentes, que el próximo 11 de noviembre cumple 80 años. Se le ve ilusionado con el rosario de celebraciones que habrá en su país, lleno de energía y de ganas de seguir escribiendo; y está también "satisfecho" por el Premio Internacional Don Quijote que recibió en Toledo, junto a Luiz Inácio Lula da Silva, "un político de primerísimo rango en América Latina".
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