Crítica

Moisés P. Sánchez Trio nos descubre un nuevo Bach en un gran concierto

  • El madrileño demostró que Bach fue el primer músico de jazz de la historia

Moisés P. Sánchez Trio nos descubre un nuevo Bach en un gran concierto

Moisés P. Sánchez Trio nos descubre un nuevo Bach en un gran concierto / Festival de Jazz

Se inauguraba este año la 41 edición del Festival Internacional de Granada con uno de los mejores pianistas del país, Moisés P. Sánchez y su más reciente trío. Todo un acontecimiento que no defraudó al público (no tanto) que acudía de nuevo al festival granadino tras el parón del año pasado. Bach en clave de jazz: un pleonasmo.

Es Moisés P. Sánchez un músico de amplio espectro y paleta musical. Difícil de definir. En eso que ganamos los que tuvimos ocasión de escucharlo en su concierto. Su nuevo trabajo, que se presentaba en Granada, nos recordó que si algo tiene el pianista madrileño son recursos e inventiva a raudales. Las 15 “invenciones” de J. S. Bach (de ahí el título de su nuevo trabajo) desfilaron por el escenario del teatro granadino como un soplo de música fresca.

Tras una introducción sostenida del tema Invention Nº 1 in C Major BWV 772 del genio alemán, donde una base electrónica hipnótica suena tras el piano, vendrán el resto de invenciones en el orden que aparecen en el disco homónimo. El contrapunto de Bach en términos jazzísticos es jazz de alto voltaje tal y cómo expuso el trío a partir de la segunda de las “invenciones”. Aquí ya reconocemos al pianista de discos como Metamorfosis o There’s always madness, anteriores trabajos, con su toque expansivo, sinfónico e inventivo. Bien secundado por el bajo de Pablo Martín Caminero y las percusiones “secas” de Pablo Martín Jones. Este me recuerda a veces a Magnus Öström, el batería de E.S.P. Estupenda la introducción del bajo y el batería al comienzo de la Invention Nº3 donde se introducen unos aires aflamencados bien acompasados por los tres para presentarnos otra cara de Bach. Se alza el vuelo, sube el nivel y la intensidad con la cuarta composición. La música de Bach deja el terreno fértil para la improvisación jazzística del trío, algo perceptible en los “invenciones” cuarta y quinta, hasta que en la sexta se desatan de nuevo para mostrarnos la cara caleidoscópica de la música.

Han conseguido Moisés y sus dos acompañantes que asumamos que Bach fue acaso el primer músico de jazz de la historia. Todos los temas suenan diferentes, como en la delicada sonoridad de la Invention Nº 10 in G Major, con esa leve apariencia de música infantil. En todos los temas destacaría el sostén del contrabajo de Pablo Martín Caminero; todo un recital el despliegue ofrecido, como al inicio de la Invention Nº 12 in A Major con un logrado uso del arco.

Las “invenciones” de Bach en manos de este trío suenan a veces cercanas a la música original para a continuación tomar nuevos caminos. Estas re-interpretaciones-invenciones tienen esa cualidad. Acierto mayor de este grupo al que se le puede augurar un fructífero recorrido. Nada sobró en el concierto. La música de Bach ha tenido siempre esa maleabilidad musical de nunca sonar igual. El tema que cerró la noche, una vuelta de tuerca a la Invention Nº 1 con la que se había abierto la velada, podría haber iniciado otro concierto diferente. Una nueva re-invención de Bach…

Si acaso se podría poner un pero al inicio de esta edición del festival granadino fue la falta de una mayor afluencia de público que a buen seguro hubiera disfrutado tanto como los privilegiados asistentes que acudieron ayer fieles a la cita con un jazz con mayúsculas.

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