James Carter: "El sonido del saxo me conmovió profundamente desde niño"
El genio de Detroit llega con la sencillez y profundidad de su trío con órgano al 38 Jazz en la Costa Festival Internacional de Almuñécar
Cada vez que se reinventa el jazz
El segundo concierto del festival da un paso más en la profundidad de un sonido genuinamente afroamericano. No lo asegura solo el saxo de James Carter, virtuoso incluso del barítono, sino el órgano Hammong, que siempre es un viaje asegurado a los orígenes espirituales del jazz. Carter comienza hablando del ambiente musical de su infancia, que casi podemos imaginar en el Detroit de los años setenta. Si hubiera nacido en el Sacromonte, estaríamos ante un genio del flamenco. Así son las circunstancias cuando guían a un ser humano talentoso, para los que se empeñan en lo de la genética. Convencido de que el saxo lo eligió a él, algo que muchos músicos piensan en relación con el instrumento, nos habla de algunos de sus trabajos discográficos. Uno de ellos, un homenaje muy especial a Billie Holiday. No le hemos preguntado por su trabajo más reciente, sino por los discos que nos han parecido oportunos. El jazz, por suerte, no es esclavo de inmediateces. Coleccionista de saxos vintage, su música nos hace sentir el buen jazz y la exploración de sonidos.
Pregunta.¿Qué recuerda de su infancia musical?
Respuesta.Soy el menor de cinco hermanos (dos varones y dos mujeres), todos con inclinaciones musicales en diferentes géneros. Veía a mis hermanos practicar a diario. La música estaba en el aire las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Mis hermanos tenían bandas de versiones que ensayaban en el sótano y el garaje para varios conciertos de cabaré y encuentros sociales. Yo daba la lata tirando de los cables del micrófono, intentando entrar en la acción, solo para que mamá me llamara cuando interfería demasiado (risas). Veía a mis hermanos prepararse para los conciertos, poniéndose sus trajes de actuación y repasando sus partes antes de salir. Casi me sentía parte del grupo como resultado. ¡Qué buenos tiempos!
P.Ya tocaba el saxofón a los once años. ¿Se imaginaba como músico profesional?
R.La verdad es que antes de que el saxofón me "eligiera", aspiraba a ser científico, y mis materias favoritas eran química, biología e informática. Me picó el gusanillo del saxofón gracias al interés de mi madre por el jazz, donde el saxofón era el instrumento que más escuchaba, ya que su sonido me conmovió profundamente.
P.Queremos saber más sobre dos de sus álbumes. Uno es Gardenias for Lady Day
R.Billie Holiday es una de las vocalistas favoritas de mi madre y me apropié de uno de sus discos, que abarcaba su canto entre 1936 y 1942, sus años dorados con Lester Young como compañero musical perfecto. Para mí, Billie siempre ha sido la personificación de la honestidad en este arte y estoy agradecido por haber hecho un álbum con cuerdas en su honor.
P.Y el otro, Chasin' the Gypsy…
R.Fue a través de la Radio Pública Nacional que conocí a Django Reinhardt, Stéphane Grappelli y el Hot Club Of France. Inmediatamente cautivado por la ausencia de instrumentos de viento metal y madera, el sonido del grupo era íntimo pero a la vez vibrante. Este proyecto surgió mientras estaba de gira en Florida con Kathleen Battle, esperando a que llegara para su propia prueba de sonido. Después de instalarme, empecé a tocar la composición de Reinhardt, Nuages, y los guitarristas Romero Lubambo y Cyro Baptista junto conmigo y, a medida que la interpretación se volvía más intensa, apareció Kathleen y decidí que ese era mi próximo proyecto.
P.Nos han dicho que colecciona saxofones. ¿Es cierto? ¿Cuáles son sus piezas más raras o apreciadas?
R.Un saxofón bajo o los extintos Conn F Mezzo Soprano, el Onn-O-Sax o un monstruo que anda por ahí, que es el saxo contrabajo. He tenido la suerte de haber adquirido y seguir adquiriendo ciertos instrumentos desde que empecé a tocar, en serio. Todos son instrumentos muy queridos que siguen dando voz a la música a través de mí, y tengo la suerte de tener la custodia de ellos. Un tesoro.
P.¿Dónde reside el secreto del saxofón?
R.El secreto reside en el saxofonista y en el propio saxofón
P.En Caribbean Rhapsody, cambió de registro. ¿Cómo fue la experiencia?
R.Quiero agradecer al maestro Sierra la posibilidad de tocar con la exuberante paleta sonora de la orquesta. ¡Cada interpretación siempre la he considerado como una nueva versión de esta pieza! ¡Siempre tengo ganas de tocarla!
P.Viene con un trío de órgano. ¿Cómo surgió la idea?
R.El trío de órgano ha formado parte de la experiencia afroamericana durante décadas. Se ha escuchado en bares, barbacoas, etc. También es uno de los conjuntos más potentes, conmovedores y económicos con los que puedes hacer giras.
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