Un universo de trapo

Los espectáculos de Gromic, La Gotera de Lazotea y La Rous llegaron a la Verbena de Títeres de la Huerta de San Vicente para cautivar a un público entusiasta y multitudinario

La Huerta de San Vicente volvió a llenarse de público infantil una vez más.
Alejandro Jerez / Granada

19 de julio 2011 - 05:00

La Verbena de Títeres de la Huerta de San Vicente y su mágico mundo regresó ayer bajo la fascinación y el entusiasmo de un multitudinario público, fiel a esta tradición cultural de los veranos granadinos. Entre globos, guirnaldas y farolillos, las diferentes compañías crearon un espectáculo dinámico, de calidad y adaptado a todos los públicos.

El acto comenzó sobre las 21.00 horas con la interpretación del clown belga Gromic (Michaël Gueulette). Este mago de la mímica creó un divertido espectáculo visual lleno de humor y sin uso de palabra alguna. "Intento ser lo más sencillo posible. Pienso que cuanto menos material use a la hora de actuar, más talento tengo que mostrar", explicó el artista. Durante la puesta en escena estuvo únicamente acompañado de una silla y una maleta; el resto del espectáculo tomó forma a partir de sus grandes dotes interpretativas y la participación del público que acudió al evento. "Según el público vivo mi actuación. No es un espectáculo improvisado pero sí manipulado por la audiencia", explicó Gromic.

La compañía La Gotera de Lazotea y sus títeres de guante y varilla tomaron el relevo sobre el escenario con su versión del clásico La mata de la albahaca. Esta nueva adaptación contó con música en directo y un especial sentido del humor, todo unido bajo la estructura original del cuento popular español. "Nos parece un buen cuento. Lorca hizo su propia versión del clásico, pero nosotros no hemos tomado nada de él, sino que hemos analizado las numerosas versiones de la obra", comentó la compañía. Estos artistas crearon un gran espectáculo mediante la interacción y unión de los tres pilares de sus actuaciones: los manipuladores, los músicos y los títeres. Además, hicieron uso del espacio externo al retablo, lo que otorgó a esta recreación de la obra de amor y lucha de sexos una visión más divertida y dinámica.

El cierre de la Verbena estuvo en manos de la granadina La Rous (Rosa Díaz) y su creación La casa del abuelo. Esta actriz realizó un espectáculo autobiográfico inspirado en la muerte de su padre y el posterior cuestionamiento de su hija sobre lo ocurrido. La obra posee un carácter intimista y fue la primera vez que se interpretó en el exterior. "Es una obra que necesita el silencio, unas luces muy cuidadas y que suele representarse en interiores para 100 ó 200 personas. De esta forma el espectador puede captar realmente la esencia de la historia", explicó La Rous. La puesta en escena de La casa del abuelo contó simplemente con una silla y un escritorio que a lo largo de la representación fue abriéndose mostrando diversas habitaciones de un hogar.

Un año más, la Verbena de títeres de la Huerta de San Vicente vuelve a mantener viva una práctica amada y cultivada por Lorca. Los clásicos titiriteros regresaron para mantener viva esta tradición cultural de la dramaturgia española y cautivar, como en días pasados, a todos sus espectadores.

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