Tribuna de opinión

Francisco Martínez-Cañavate

El AVE en Granada y sus ‘flecos’

La provincia por fin tiene conexión ferroviaria tras cuatro años, pero que mejorar los tiempos de viaje, el número de frecuencias, la Variante de Loja y la integración en la ciudad

Primeras colas para comprar los billetes del AVE
Primeras colas para comprar los billetes del AVE / Álex Cámara

Granada, 09 de junio 2019 - 00:02

Veintisiete años después de que Sevilla cambiara como ciudad con la llegada del tren de Alta Velocidad, los granadinos veremos, con mucha probabilidad, el AVE en la Estación de Andaluces. Estamos de enhorabuena. Por fin Granada es accesible por un medio de transporte ‘rápido’ y distinto al coche. Pero además, se restablece el tráfico ferroviario que nos mantenía prisioneros casi cuatro años.

Las comparaciones son odiosas, pero necesarias. Tras el júbilo inicial por la llegada del AVE, hay algunas cuestiones dignas de evaluar:

  • Vamos a inaugurar un AVE de tercera, con unos tiempos de conexión con Madrid absolutamente mejorables. La promesa de menos de tres horas se ha incumplido y la velocidad del tren será hasta Antequera inferior a un mercancías.
  • Tres conexiones diarias de ida y vuelta con Madrid son a todas luces insuficientes. Así, hace más de once años Málaga inauguró su AVE con once salidas hacia la capital de España. ¿Dónde están nuestros senadores, diputados y alcaldes? Nadie ha dicho nada... Y es este conformismo el que nos convierte en mediocres.
  • El tramo Antequera-Granada es el tramo más lento del mapa de la ‘Alta Velocidad’ en España. La Variante de Loja es una necesidad para tapar la chapuza del actual paso por Loja, con túnel incluido, más propio de atracción de feria que de tramo ferroviario.
  • La integración del AVE en Granada es deprimente. Ni soterramiento, ni estación, ni nada. Estamos igual que hace cien años y al mirar (sólo en Andalucía) a Córdoba, a Sevilla y a Málaga nos damos cuenta de que Granada está siendo maltratada una vez más. La integración del AVE en las ciudades ha generado en todos los sitios expectativas, expansión, asentamiento de nuevas zonas residenciales, riqueza y empleo. Sin embargo la solución, siempre la más fácil para Granada, ha sido dejar la ciudad dividida por las vías del tren. Otra chapuza.

Pero a pesar de todo, como defendíamos los empresarios, lo importante es que volvemos a tener conexión ferroviaria, dejamos de estar aislados y aunque muy, muy tarde, en dos semanas estaremos un poco más en el mapa.

Y es que el AVE trae consigo multitud de ventajas que abrirán Granada a Europa, acercando la Alhambra, el Sacromonte, el Albaicín, la Catedral, Sierra Nevada, la Alpujarra, la playa y todos sus rincones al mundo. Granada despegará turísticamente, por supuesto, pero también como ciudad de congresos, como provincia que atraiga turismo residente (ese turista que acaba siendo vecino, con alto poder adquisitivo y que huye de la fría Europa para instalarse en la Alpujarra, en Guadix o en la Costa), atraerá a empresas para instalar sus sedes, etcétera. En definitiva, el AVE es un generador de riqueza y empleo, con un impredecible impacto económico.

Además, seremos mucho más competitivos en el transporte en avión, ya que los señores de Iberia después de ‘500 años’, qué casualidad, acaban de bajar sus tarifas para conectar con Madrid a la mitad. Y sigue siendo carísimo, pero al tiempo, porque apuesto a que les darán otro recorte en cuanto el personal suba al tren y los vuelos se queden medio vacíos. Por tanto, nuestro aeropuerto, que no solo vive de la conexión con Madrid, consolidará el millón de pasajeros y seguirá creciendo atraído por la buena conexión ferroviaria que tendremos con Córdoba, Sevilla y Málaga desde octubre.

Por tanto brindamos en Granada Hoy por la llegada de una infraestructura necesaria y por qué no tengamos que esperar demasiado tiempo para que se mejoren los ‘flecos’ aquí comentados.

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