Ahora es ampliamente conocida la relación entre ciencia, salud y economía, ya que la pandemia ha puesto el foco en asuntos como este. La expectativa de acabar con la pandemia una vez se comienza a disponer de vacunas fruto del desarrollo de diversos procesos de investigación científica, ha abierto una luz de esperanza en todo el mundo.

Pero la capacidad casi infinita que tiene la ciencia para afrontar una lucha eficaz frente a las enfermedades es algo conocido en la historia de la humanidad y, en especial, en los dos últimos siglos. La apuesta por la ciencia es un arma eficaz frente a las enfermedades y una fuente de generación de riqueza y empleo que los países más avanzados cuidan desde hace tiempo.

También en otros muchos campos del saber, la ciencia aporta potenciales mejoras en la capacidad productiva de las empresas, en el mayor bienestar de los trabajadores o en la mayor efectividad de procesos de la vida cotidiana. La digitalización o la inteligencia artificial ofrecen en este tiempo ejemplos en dichos ámbitos.

Pero la ciencia y sus aportaciones potenciales a la sociedad pueden nutrir una sociedad más próspera, justa y equitativa o todo lo contrario. En buena medida, depende de la implicación de los Estados y de la participación de Los agentes sociales.

Siempre critiqué que en 2012, entre las medidas de recorte por la crisis económica, se recortara la inversión pública en I+D+i en España para dejar de invertir unos 4.000 millones de euros anuales. Cantidad ridícula para el conjunto de las cuentas públicas pero que truncaba una línea ascendente desde 2004 siendo una decisión que, además, otorgaba ventaja competitiva a otros países y nos alejaba de una senda de progreso que comenzaba a dar sus frutos en España.

Ahora, espero que nunca más se caiga en un error semejante. Apostar por la ciencia es la única manera de avanzar y mejorar siempre que las alianzas entre el sector público y el privado así como las iniciativas estrictamente públicas tengan como prioridad la equidad y la sostenibilidad ambiental y social.

La Covid-19 nos muestra que es desde y con la ciencia como podemos hacer viable la salud y la economía. Pero si queremos que sea para todos, la equidad debe marcar la orientación de las iniciativas. Feliz 2021.