Ha tenido que venir la escritora y profesora Elvira Roca Barea, autora del famoso libro Imperiofobia y leyenda negra, y casualmente medalla de Andalucía 2018, a aseverar que Blas Infante es un héroe inventado ya en los primeros años de la democracia, para que muchos empiecen a reflexionar sobre la gran mentira de la falsa autonomía andaluza.

Y es que ya entonces comenzaba en las escuelas el adoctrinamiento ideológico sobre este falso mito, falso padre de la patria, y ya obligaban a los niños a cantar su himno y a contemplar cómo a diario se izaba en el patio su bandera, la almohade. También se empezaba a adoctrinar sobre la falsa nacionalidad histórica andaluza, casualmente sustraída de la del Reino de Granada (Granada, Almería, Jaén, Málaga y Algeciras). Ese adoctrinamiento feroz que ha llevado a Cataluña a la deriva actual de fractura social, violencia e intolerancia, y a la que a este paso se unirán Valencia, Baleares y País Vasco, en donde también se lleva adoctrinando demasiado tiempo en que ellos no son España. Quién sabe si Andalucía pueda terminar también en esa deriva…

El problema es que el principal afán de los gobernantes de esas autonomías, incluida la andaluza, en cuanto llegan al poder, es reinventar la Historia de España para amoldarla a sus pretensiones políticas, torciendo la realidad descaradamente para lavarles el cerebro a sus habitantes desde que son niños. Es la clave, adoctrinarlos desde la cuna para imponer un pensamiento único y perpetuarse en el poder. Recuerden las quejas de los editores de libros de texto escolares por las presiones que sufren de los gobiernos autonómicos para que les sirvan una Historia a la carta, a la carta que ellos se inventan.

Lamentable, no sólo por el falseamiento intencionado de nuestra Historia, que no va a cambiar por más que lo intenten, sino por priorizar su propia ideología tendenciosa sobre el servicio público a los ciudadanos, que debería ser su única prioridad. Casualmente este proceder ha sido más propio de la izquierda, aunque también de alguna derecha, pero en todo caso es absolutamente deplorable.

Ya es hora de que más voces se alcen contra la manipulación de la Historia que se practica en España con absoluta impunidad y de desmontar falsos mitos. También es hora de acabar con el falso adoctrinamiento, por eso las competencias en educación deben volver urgentemente al Estado.

Y sí, desmontando falsos mitos, aunque no guste al socialismo andaluz, Blas Infante no es padre de ninguna patria andaluza.