Res Pública

José Antonio Montilla

montilla@ugr.es

Rules

De los expedientes reactivados el más complejo es la canalización de Rules por culpa del vil metal: son 300 millones

Cuando en 2018 se produjo el cambio de Gobierno en España había un montón de asuntos granadinos olvidados en los cajones de los distintos Ministerios. Allí, cubiertos de polvo, estaban la línea 400 kw para el impulso de las energías renovables en la zona norte, la declaración de interés público de la conexión marítima del puerto de Motril con Melilla o, por supuesto, las canalizaciones desde los embalses de Rules y Béznar. Todos estos expedientes fueron reactivados. De ellos, el más complejo es el de las canalizaciones de Rules por culpa del vil metal. Son 300 millones de euros, y eso siempre impone.

Sin embargo, de manera inmediata se empezaron a dar pasos para iniciar unas obras que llevan un incomprensible retraso de 18 años. Había que hacer todo el procedimiento administrativo pues pese a la multitud de promesas apenas nada se había avanzado hasta ese momento. Pero faltaba lo más importante: la garantía de financiación de las obras.

Por ello, el punto de inflexión se produjo cuando, en plena pandemia, el Ministerio de Transición Ecológica se comprometió a ejecutar la primera fase de las canalizaciones, sin pedir la colaboración económica de otras administraciones. Es el primer proyecto que debe ejecutarse pues son las tuberías que salen de los embalses de Rules y Béznar y, sobre todo, es el más caro en cuanto su coste supera los 50 millones de euros. Con esa obra se garantiza para el futuro el abastecimiento de agua de la costa de Granada, además de una parte de los regadíos. Cuando los técnicos se han puesto a elaborar el proyecto de ejecución de toda la primera fase (proyectos 9 y 3) podemos decir que, por fin, las canalizaciones de Rules avanzan con hechos, aunque sea de forma más lenta de lo que todos quisiéramos.

En este contexto, es lógico que todos los sectores afectados mantengan un estrecho seguimiento de lo que se está haciendo y reclamen la máxima agilización. Pero es importante poner las luces largas. El próximo objetivo debe ser conseguir la financiación para los siguientes proyectos de regadío, más allá de los 50 millones que ha comprometido el Gobierno de España. Sobre todo, lograr el compromiso presupuestario de la Junta de Andalucía, que si no es capaz de recargar el acuífero de Río Verde, escasa actitud parece tener para financiar las canalizaciones de Rules. Y también los regantes han de comprometerse a asumir una parte de la inversión necesaria. El movimiento se demuestra andando, pero es importante hacerlo en la dirección adecuada y no equivocarse con los compañeros de viaje.

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