Medio ambiente

La Junta prepara la expropiación de la zona quemada del incendio de Los Guájares para la instalación de dos molinos de viento

Parajes cercanos a la instalación de los dos molinos de viento

Parajes cercanos a la instalación de los dos molinos de viento / Alba Feixas

El proyecto para instalar dos molinos de viento para la generación de energía eléctrica en la zona quemada por el incendio de Los Guájares del año pasado sigue adelante. Si fue este verano cuando la Junta autorizó su instalación, el proceso ha seguido su marcha y este lunes ha iniciado el plazo de información pública para la declaración de utilidad pública de ambos aerogeneradores, lo que supone la autorización para expropiar terrenos, que ya aparecen detallados. Ambos molinos son los únicos autorizados de dos proyectos diferentes, Mizán y Vico, promovidos por Villar Mir Energía SLU, y que en principio contemplaban la instalación de quince aerogeneradores repartidos en tres parques eólicos. Las alegaciones podrán presentarse en el plazo de un mes.

Ambos parques eólicos están diseñados para una potencia total de 5,2 megavatios y ambos están ubicados dentro del término municipal de El Pinar, en concreto en los parajes de Cuevas Labras y Los Jarales, los cuales sufrieron de forma intensa el incendio de Los Guájares del año pasado, lo cual había generado polémica en los vecinos del valle de Lecrín. La instalación de estos dos molinos afecta no solo al municipio de El Pinar, sino también a Los Guájares, Villamena, Albuñuelas y Velez de Benaudalla. Pero el impacto no solo lo generarán los dos aerogeneradores, sino la construcción de una subestación eléctrica en el parque Mizán, de 30/200 kilovatios que evacuará la energía generada por ambos molinos hacia la futura subestación eléctrica de Saleres.

Las conducciones de esta energía, 220 kilovoltios, lo cual es media tensión, serán subterráneas y no aéreas, lo cual aumenta el impacto medioambiental, aunque no tanto el visual. Además, buena parte de la actuación se centra en la construcción de "nuevos viales y senderos, que serán diseñados de forma que minimicen los movimientos de tierra generado y la afección al medio, e interfiriendo lo mínimo en los cursos naturales del agua", según aparece en el expediente publicado en el Boletín Oficial de la Provincia. El mismo matiza que se priorizará actuar sobre trazados ya existentes y no los nuevos.

Los aerogeneradores que se instalarán serán iguales en ambos parques. Tendrán una potencia unitaria 5,2 megavatios montados sobre una torre tubular y de acero de forma troncocónica a una altura de 102,5 metros y tendrá 145 metros de diámetro de rotor. Estarán equipados de tres palas con un ángulo de 120 grados entre ellas.

El año pasado, una plataforma ciudadana empezó a recoger firmas para solicitar una moratoria al Ministerio de Interior para paralizar ambos parques eólicos, además de un tercero denominado Zaza. En el estudio de impacto ambiental, al que tuvo acceso Granada Hoy, se expone que el parque eólico proyectado en Pinos del Valle sería el más cercano al núcleo de población, y se estudian distintas vías de evacuación.

Además, expone que la zona de estudio estaría dentro del ámbito de Zonas de protección para alimentación de aves necrófagas de interés comunitario, y próximo al área prioritaria para las aves, en el sector de las Sierras Prelitorales de Granada, de forma crítica para el águila real y las rapaces rupícolas. Motivo por el que estaría contemplada la instalación de varios dispositivos salvapájaros.

Una vez montados y en funcionamiento estos grandes parques eólicos, que se espera que generen una producción neta de 225.000 MWh al año durante su fase de funcionamiento, se estima que estén en funcionamiento hasta un máximo de 30 años, posteriormente tendrá una fase de cese y desmantelamiento, por lo que se iniciará la recuperación de los terrenos utilizados. En este caso, se tendrá en cuenta el entorno social, ecológico y paisajístico, así como su carácter ganadero.

Aseguran en el estudio que el impacto será mínimo, y no generará peligro alguno para la vegetación de la zona, al tratarse de vegetación común, y exponen que probablemente aumente la calidad ambiental de la zona, aunque proponen una serie de medidas para restaurarlo que pasa por la siembra de una mezcla de semillas de especies herbáceas y arbustivas, así como otras que combinen distintos sistemas radiculares para facilitar la sujeción al suelo.

Por otra parte, inciden ven que la puesta en funcionamiento de estas nuevas instalaciones supondrá beneficios socioeconómicos positivos para los vecinos de la comarca. Se revitalizará la zona con energías renovables, creación de empleo, efectos positivos fundamentados en el desarrollo urbanístico, así como la mejora de conexiones y el incremento de la seguridad vial. En relación a los posibles efectos negativos que pudiesen ocasionar sobre el turismo rural y de naturaleza, muy presente en la zona, aseguran que no se contemplan al no producirse afecciones directas sobre los espacios protegidos, al igual que no hay indicios de que la presencia de parques eólicos afecte al turismo en España.

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