Infraestructuras

Otro paso decisivo para el Corredor Mediterráneo por Granada con el nuevo plan nacional de transporte de electricidad

Un tren AVE sale desde Granada por el barrio de La Chana

Un tren AVE sale desde Granada por el barrio de La Chana / Antonio L. Juárez (Photographerssports)

Faltaba el trámite parlamentario y este ya ha llegado. La aprobación de parte del Gobierno de la Planificación de la Red de Transporte de Electricidad 2021-26 implica, de facto, la puesta en marcha de la construcción de la segunda fase de la línea de alta tensión Caparacena-Baza-La Ribina, en concreto del tramo entre la capital bastetana y la localidad almeriense, y que discurre ya en casi su totalidad en territorio de la provincia vecina. Con este tramo se cerrará el circuito de transporte de energía eléctrica de alta capacidad, 400 kilovoltios, con el que se dotará de una fuerte infraestructura energética al Norte de Granada, y que servirá básicamente para dar salida a la producción eléctrica procedente de las plantas y granjas de renovables que tienen previsto instalarse en la zona, así como alimentar la industria y, sobre todo, el paso del Corredor Mediterráneo ferroviario por ella.

El proyecto continúa así su curso ya que es vinculante para Red Eléctrica de España, la empresa participada por el Gobierno, que se encarga de la construcción y diseño de la distribución de energía eléctrica en territorio nacional. Además, avanza a pesar de la oposición que en los últimos meses ha tenido esta infraestructura en los municipios, sobre todo, del Norte de la provincia de Almería, la cual esta línea de alta tensión atraviesa por completo, y que ha motivado las protestas con manifestaciones de agricultores y otros colectivos sociales. Una oposición similar a la que hubo en la provincia de Granada, pero que no sirvió más que para dar mayor prioridad al circuito norte de alta tensión en detrimento de la red sur, que atravesaba la Alpujarra y el Valle de Lecrín, y que la propia Red Eléctrica tuvo que descartar.

La aprobación de este plan por parte del Gobierno implica construir el tramo Baza-La Ribina, aunque desde hace un año la maquinaria la estaba en marcha. En abril empezaron los trámites para implantar la subestación de La Ribina, en Almería, y su conexión con Murcia, y el pasado mes de noviembre se iniciaron los trabajos de documentación para la red completa de este segmento. Así que en estos puntos la obra está sin comenzar y el proyecto aún debe pasar por la Declaración de Impacto Ambiental, por lo que desde Red Eléctrica estiman que "mínimo dos años" no podría comenzar una construcción para que que se invertirán 73,5 millones de euros, según Jorge Juan Jiménez, delegado en Andalucía de REE en una comparecencia de prensa el pasado

Este trámite era también obligatorio para dar sentido a las actuaciones que en estos momentos se siguen llevando a cabo en las obras de construcción del primer tramo, que va desde la subestación eléctrica ya ampliada de Caparacena hasta la subestación de Baza, que aún está en ejecución. Las estimaciones realizadas por Red Eléctrica de España situaban en este verano la puesta en funcionamiento de esta conexión, que en noviembre se encontraba ejecutada al 80%, mientras que las del centro de almacenamiento y distribución bastetano lo estaban al 30%.

Esta es una porción de un pastel mucho más grande que abarca una inversión total de 286,34 millones de euros en la zona oriental de Andalucía, en concreto en las provincias de Granada y Almería, que abarcan desde nuevas líneas de alta tensión como la repotenciación de las ya existentes, en especial la que atraviesa la Alpujarra tras el rechazo a su paso por el valle de Lecrín, pero sobre todo la construcción de nuevas subestaciones eléctricas, muchas de ellas fundamentales para que el Corredor Mediterráneo ferroviario pueda circular entre ambas provincias.

Y es que para el ciudadano de a pie, las mejoras, sobre todo de las expectativas, que se presentan con este nuevo eje eléctrico, una vez completo, serán notorias. Se facilitará de esta forma la instalación de más empresas en la zona Norte de Granada, ya que la red de distribución eléctrica mejora, llegando a más puntos la energía a través de líneas de media y baja tensión con un mallado mayor. En las casas habrá menos cortes de luz, pero sobre todo servirá de apoyo para el paso del Corredor Mediterráneo por Granada, el eje menos desarrollado de las conexiones ferroviarias de esta infraestructura.

Tal y como explicó Red Eléctrica hace unos meses, de una inversión en las provincias de Granada y Almería de 286 millones de euros, 16,4 de ellos tienen una implicación directa con la construcción del Corredor Mediterráneo. Con ellos, se construirá una nueva subestación eléctrica en Iznalloz de 400 kilovoltios, que además contará con una entrada-salida que conecte esta con el eje Caparacena-Baza, pensada de forma especial para la electrificación de la línea de tren de Alta Velocidad entre Granada y Almería. Además, como apoyo, se ampliará la capacidad de la subestación existente en Huéneja, ahora capacitada para una potencia de 220 kV. Además de estas instalaciones específicas, la Alta Velocidad y el Corredor Mediterráneo cuentan para su desarrollo con la línea de alta tensión norte de Granada como infraestructura básica para alimentar a los trenes de pasajeros y de mercancías.

Además, y en concreto el último paso dado por el Gobierno con la nueva planificación estatal, y que implica la construcción de la subestación eléctrica de La Ribina es clave para el Corredor Mediterráneo. Esta servirá, entre otras cosas, para dar tracción a los trenes de la Línea de Alta Velocidad Murcia-Almería, y que tiene como fecha de conclusión de sus obras estimada el año 2025, justo uno antes de los plazos ofrecidos por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Gobierno para la entrada en servicio de esta línea.

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