SIDA

La atención sanitaria al VIH necesita favorecer la perspectiva de género

Una mujer sostiene un lazo rojo símbolo de la lucha global contra el sida.

Una mujer sostiene un lazo rojo símbolo de la lucha global contra el sida. / Ulises Rodríguez / EFE

Cada año se producen en España cerca de 3.000 nuevos diagnósticos de VIH . Los hombres suponen el 85,7% de estos casos y la edad media en ese momento es de 36 años para los hombres y de 39 para las mujeres. Aunque la infección por el VIH y el Sida en España han afectado mayoritariamente a hombres, en la actualidad, debido al aumento de la transmisión heterosexual, las mujeres han pasado a constituir más de una de cada cuatro de las nuevas infecciones diagnosticadas. Por factores biológicos, las mujeres son más vulnerables a la infección. Tienen más probabilidades que los hombres de contraer el VIH a través de un coito no protegido, ya que la mucosa vaginal presenta más fragilidad y el semen tiene mayor capacidad infectiva que los fluidos vaginales. Además, padecen más infecciones de transmisión sexual, muchas de ellas asintomáticas.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer celebrado el pasado viernes 8 de marzo, el Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Gesida) ha solicitado que se preste mayor atención a aquellas cuestiones de índole biológica y social que hacen necesario que el VIH en las mujeres sea abordado de forma diferenciada respecto al hombre.

“Los estudios y ensayos clínicos tradicionalmente han incluido más participantes varones, sobre todo a hombres que mantienen sexo con otros hombres. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que hay diferencias en algunos aspectos de la patogénesis de la enfermedad entre el hombre y la mujer, al igual que la toxicidad y tolerabilidad de los fármacos puede ser diferente en ambos sexos. Y hay que recordar que las mujeres tienen casi el doble de probabilidad que los hombres de contraer el VIH a través de un coito vaginal no protegido, dada la fragilidad de la mucosa vaginal ante una mayor capacidad infectiva del semen”, afirma la Dra. Rosario Palacios, presidenta de Gesida.

Históricamente, los estudios clínicos han incluido más participantes varones

En España, como sucede en otros países europeos, el porcentaje de mujeres con VIH ha sido siempre inferior al de hombres, situándose en la actualidad en el 15%, aunque se suelen diagnosticar más tarde y, por consiguiente, en peor situación inmunológica que los varones. A fin de mejorar estos aspectos, desde este Grupo de Estudio se insiste en la necesidad de establecer estrategias diferenciadas. Esto ha de ponerse de manifiesto, por ejemplo, en la investigación.

El desarrollo de estudios específicos en mujeres también debe contemplar la evolución de su organismo a lo largo de las diferentes etapas de la vida. Por ejemplo, en la menopausia, donde se produce una pérdida de estrógenos que se suma a las alteraciones metabólicas del tratamiento.

“Dado que la esperanza de vida de las personas con VIH está creciendo debido a la mejora de los tratamientos, es importante abordar los síntomas de la menopausia y sus consecuencias fisiológicas en las mujeres con VIH, para abordarlas de la manera más adecuada. Asimismo, debe contemplarse la necesidad de realizar cribado de cánceres y otros problemas de salud, como el riesgo cardiovascular y de fracturas, así como el manejo integral de las comorbilidades considerando todos los aspectos”, subraya la doctora Palacios.

Del mismo modo, algunos estudios españoles realizados en los últimos años han demostrado la necesidad de mejorar el grado de inclusión de las mujeres que mantienen sexo con mujeres y de las que mantienen sexo con mujeres y hombres en las campañas de prevención de VIH.

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