Es uno de los productos más consumidos, a la vez que le han perseguido muchas teorías y mitos en torno a este gran alimento de alto contenido proteico y, además, de calidad que tiene un gran número de vitaminas y contenido en omega-3 por lo que aporta muchos beneficios para la salud, lo que deja en evidencia viejas teorías. 

Son muchos los mitos que han surgido en torno a su consumo y a su manera de comerlo y de manipularlo. Por ejemplo, al ser un alimento tan nutritivo hay una pregunta que siempre ha levantado algún que otro debate y es ¿cuántos huevos puedo comer a la semana? La OCU responde que se puede comer un huevo cada día tranquilamente y no por ello vas a contraer ninguna enfermedad cardiovascular, ni va a aumentar tus niveles de colesterol. Esta es una de las mayores creencias que te desarrollamos, junto a otras, a continuación:

¿Los huevos aumentan el colesterol?

¿Todavía crees en el mito más extendido sobre el huevo? Según la OCU: "En 1973, la Asociación Americana del Corazón recomendó limitar su ingesta semanal a tres unidades por su alto contenido en colesterol (200mg por huevo) y los responsables sanitarios transmitieron esa instrucción a la población. Múltiples estudios posteriores, sin embargo, han desmentido esa idea". 

¿Es mejor evitar la yema?

La yema es más grasa por lo que existe la creencia de que es mala ya que tiene más posibilidades de que suban los niveles de colesterol. Sin embargo, la yema también es rica en nutrientes beneficiosos como colina, que es un elemento muy importante para la función cerebral. Contienen además, luteína y zeaxantina, dos vitaminas que benefician la salud ocular. Así que puedes consumir la yema tranquila aunque moderadamente.  

¿Los huevos crudos son más nutritivos?

Algunas dietas de moda promueven el consumo de huevos crudos, alegando que son más nutritivos que los huevos cocidos. Pero nada más lejos de la realidad porque consumir huevos crudos conlleva un riesgo significativo de infecciones por salmonela. Es fundamental para la salud que el huevo esté siempre cocinado adecuadamente ya no solo para evitar enfermedades, sino porque se aprovechan mejor los nutrientes.

¿Tienes que sumergir un huevo en agua para comprobar que está fresco?

No lo hagas. Esta prueba no es fiable, además mojar el huevo aumenta las probabilidades de que las bacterias penetren en su interior a través de los poros porque la suciedad del exterior se disuelve y va directamente hacia dentro.

¿Los rubios son mejores?

El color de la cáscara de huevo no tiene nada que ver con la salubridad del mismo. Adquiere una pigmentación u otra por el tipo de gallina que los pone y no determina, si son más o menos nutritivos. 

¿Hay que descartarlo si tiene una macha roja?

Para nada. Tiene esa mancha por que se ha roto algún vaso sanguíneo antes de la puesta. Olvídate de pensar que ha sido fertilizado que es la popular creencia que se tiene cuando se ve un huevo con una mancha roja. Además, si así hubiera sido, el huevo fertilizado se puede comer igualmente.