Ángeles del Infierno es una organización criminal de ámbito internacional fundada e 1948 en Estados Unidos que gira en torno a un club de moteros mundialmente conocido como ‘Hell`s Angels Motor Club’.

Cuenta en la actualidad con unos 350 capítulos, que es lo que en el argot criminal se conoce como sucursales.

La banda cuenta con más de 5000 miembros a nivel mundial y se les acusa de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, de proxenetismo, extorsión y narcotráfico, amenazas, coacciones, falsedad documental, encubrimiento, detención ilegal, delito contra la salud pública, tenencia ilícita de armas, extorsión, omisión del deber de perseguir delitos, cohecho y de violación de secretos.

Esta banda se instaló en Mallorca en 2009 y el principal objetivo de sus miembros, según cree la Justicia, fue crear una especie de ‘barrio rojo’ de la prostitución en la Playa de Palma.  En 2012 se reinventaron con la llegada del su nuevo líder, Frank Hanebuth, de origen alemán, que huía de la justicia germana.

Allí montó un imperio que saltó por los aires en 2013, gracias a un dispositivo policial al que se le dio el nombre de 'Operación Casablanca'.

Según el escrito de la Fiscalía por el que durante la semana del 23 de enero se sentarán en el banquillo de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares, Ángeles del Infierno es "una organización perfectamente estructurada” y que tiene “un fuerte carácter jerárquico y una disciplina férrea entre sus miembros”. De esta forma queda especificado que existe un reparto de funciones entre ellos.  

Asimismo, relata en dicho escrito, que tiene más de 150 folios, que el proceso de "afiliación" a la banda es "largo y limitado" y que, una vez dentro, sus miembros van ganando "honores", que plasman con parches cosidos a sus prendas.

Entre esas distinciones, hay determinados escudos por matar en beneficio del club o por agredir a un policía; o un corazón púrpura por haber sido herido por un rival.

Proxenetismo como uno de los principales delitos de la organización

Uno de los principales delitos por el que se conoce a esta banda es por el proxenetismo. Adquiere clubes de alterne y allí someten a las chicas de forma física y psicológica. Destaca el fiscal que la banda llegó a pagar "operaciones de cirugía estética" a las mujeres con el único fin "de hacerlas más productivas y obtener un mayor lucro sobre las actividades que estas realizan". 

Van a ser 47 las personas que se sienten esta semana en el banquillo de los acusados por pertenencia a organización criminal.  

Entre ellos hay dos policías y un sargento de la Guardia Civil. A los miembros se les acusa de un total de 16 delitos y sus penas suman más de 300 años de cárcel. La Justicia española tratará de desmantelar, así, esta banda con la celebración de dicho juicio.