La corrida de la familia Martínez-Conradi, con el excelente primero a la cabeza ha sido el verdadero hilo conductor de un festejo en el que Emilio de Justo cortó dos orejas con dos faenas de distinto signo.
El Cid obtuvo un apéndice y Daniel Luque, de vacío, mostró su insultante superioridad profesional.
Así hemos contado la duodécima de abono de la Maestranza:
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