Encuentro solidario

Goles y muletazos de solidaridad

  • Más de medio millar de personas acuden al partido benéfico entre los Veteranos del Granada CF y una selección de toreros comandada por Finito de Córdoba

La Plaza de Toros convertida en un campo de fútbol

La Plaza de Toros convertida en un campo de fútbol / G. H.

Una goleada a la pobreza. Eso es lo que fue el partido de fútbol solidario que enfrentó ayer a un equipo compuesto por los Veteranos del Granada CF y una selección de toreros encabezada por Finito de Córdoba.

La victoria acabó siendo para los ex futbolistas, y por unos cuantos goles. Un triunfo de mérito porque jugaban ‘fuera de casa’. Y es que el escenario no era otro que la Plaza de Toros de Granada. Aunque claro, esas comillas son porque el coso no le es extraño a la historia del Granada CF.

Entre las paredes y las callejuelas cercanas a Doctor Olóriz retumbaban hace ya casi un cuarto de siglo los olés y los goles al unísono. Era cuando el arco de Los Cármenes se podía ver desde las puertas de sol.

El encuentro, organizado por la Tertulia Taurina Ramírez (la del conocido restaurante que lleva el mismo nombre), tuvo como objetivo recaudar comida para donarla al Banco de Alimentos y juguetes para que los reparta la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.

Al llamado acudieron 500 personas, según los organizadores, que repartieron unos 250 tickets para los sorteos de juguetes y recuerdos que se hizo al descanso del choque. Todos ellos contribuyeron a la causa llevando tanto juguetes como comida puesto que nadie compraba entradas, si no que el único requisito era ser solidario.

Los niños fueron también los protagonistas de una mañana celestial, de cielos despejados y buena temperatura. Casi como mandan los cánones taurinos. Animados por una charanga, disfrutaron de las diabluras de aquellos que vistieron la rojiblanca durante muchos años mientras sus padres y abuelos les explicaban quiénes eran unos y quiénes los otros. Si encima les dieron agua y batidos, ¡vaya día!

Como no era un partido cualquiera, los dos equipos saltaron al albero, como a la vieja usanza, y los capitanes se intercambiaron un banderín conmemorativo... Y un capote también conmemorativo. ¿Qué otra cosa si no podrían dar los toreros?

Con la hora justa empezó un partido que arbitró una de esas figuras que siempre ha estado presente en el fútbol granadino más modesto. Gabriel Rosario Lázaro dio el silbatazo mientras que Boni Segura hacía de linier. El Granada vestía de rojiblanco y pantalón azul, como no podía ser de otra forma.

Los toreros, de negro y oro, la segunda equipación granadinista, personalizada para la ocasión. Con el ‘9’ a la espalda Finito de Córdoba, que esto de darle patadas a un balón se le da bastante bien, por lo que en su nombre casi que ponía un calificativo: Fino.

En el Granada estaban muchos veteranos, sobre todo recientes, como Zurita, Francis o Nene, héroes del más modesto de los ascensos del Granada, el de Tercera a Segunda B en 2006. Es para lo que dan los años.

Aquellos veteranos de la Primera División del 70 quedan algo lejos ya. En los toreros, seguramente Paco Bautista, su entrenador, en una rueda de prensa posterior hubiera echado las culpas de la derrota a las bajas: hasta cinco se cayeron del equipo, entre ellos David Galán y David Galván, dos de las figuras del equipo.

Entre goles y olés, algún muletazo torero acompañado de un ‘muleteo’ futbolero, y goles que son amores como naturales son fiesta, se jugó un partido más importante: el de la solidaridad.

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