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Granada, pionera en ciencia bajo el mar

  • La provincia es un referente en impartir cursos de buceo científico de España

  • Este año ha sido la primera en hacer pruebas en cámaras hiperbáricas y enseñar el uso de drones en el agua

Cada vez existe una mayor conciencia de que lo que ocurre en el medio marino repercute en la vida de todos los seres del planeta y la aplicación de técnicas de buceo se está generalizando en diversos campos científicos. De hecho, en distintas disciplinas es necesario sumergirse bajo el mar para realizar investigaciones o adquirir pruebas. Sin embargo, hay que estar preparado para ello. De ahí que la UGR detectara una necesidad formativa que, unida a su especial relación con la Costa, tuviera como resultado la puesta en marcha de una serie de cursos en buceo científico, que este año además ha sido pionera en la utilización de drones subacuáticos y una prueba médica de los alumnos en una cámara hiperbárica.

Esta formación surge debido a "la necesaria aprehensión no sólo teórica sino práctica de técnicas profesionales y científicas", comenta una de las personas que están a cargo de su dirección, Juan Diego López Arquillo. Y, desde el inicio de su andadura hace ahora cuatro años se ha convertido en un referente a nivel nacional, pues la Universidad de Granada es una de las pocas que tiene un programa de buceo científico, junto con Murcia y Cádiz.

En algunas disciplinas es necesario sumergirse en el mar para hacer investigaciones

La tercera edición del curso específico de buceo científico que se imparte por el Centro Mediterráneo, finalizó hace apenas unos días en La Herradura. "Esta ubicación ha sido elegida por la especial implicación de su Tenencia de Alcaldía con al desarrollo del buceo" comenta el también técnico de campo subacuático e instructor PADI quien, además, ensalza los diversos ecosistemas subacuáticos presentes en la Punta de la Mona, y las facilidades del Centro de Buceo Openwater La Herradura, uno de los mayores de España y especialmente dotado para la enseñanza, hacen de esta localidad un entorno idóneo para la formación en buceo, que, además, y debido a la protección que ofrecen estos salientes de puntas y surgideros de la costa, siempre ofrece playas y abrigos para realizar las prácticas; pese a cualquier tipo de temporal,

Este último, junto con su director, Félix Hidalgo Puertas, han diseñado este curso, que se ha llenado en todas sus ediciones, y que se compone de clases magistrales, conferencias, numerosas prácticas subacuáticas y 100 horas de duración. A lo largo de todas ellas, forma a los alumnos en fisiología, Derecho Medioambiental, descompresión, ecología y sistemas biológicos, acuicultura, arqueología subacuática, fotogrametría, autosalvamento, equipos especiales, muestreos y batimetría.

En esta edición, ha habido dos novedades que lo convierten en pionero en toda España: "En primer lugar, el afamadísimo Doctor Ángel Crespo de la clínica El Angel, de Málaga, nos ha atendido en las instalaciones de la cámara hiperbérica, donde realizó una prueba de respuesta fisiológica a los alumnos (que todos pasaron sin incidencias) y, por otra parte (y dado que es el futuro presente) también se ha tenido un 'clinic' de ROV (de sus siglas en inglés vehículo submarino de control remoto), una especie de dron subacuático, pues la tecnología de miniaturización de los últimos años ha entrado también de lleno en los drones, pero bajo el agua", explica López-Arquillo.

Los alumnos han sido, mayoritariamente, de biología y ciencias ambientales, aunque también ha habido algunos de Historia (de la especialidad de Arqueología) y, muy puntualmente, de otras ramas universitarias. Suelen ser jóvenes, pero ya titulados o a punto de titularse, "es decir, personas que ya tienen una línea de estudios o investigación definida y que acceden al curso para completar su formación docente, nadie viene, digamos a probar", comenta el profesor.

Con este curso, han adquirido las cualidades necesarias para participar en estudios subacuáticos de los principales ámbitos de la investigación: la biología marina, la contaminación ambiental y la arqueología subacuática. "Así, junto con la formación específica que los organismos y universidades pidan en cada caso concreto, los alumnos del curso pueden, independiente y complementariamente a su formación, tener los conocimientos y destrezas subacuáticas que necesitan para estas líneas de trabajo y de investigación", añade.

El nivel de exigencia y la dificultad de las prácticas limita el número de alumnos a 12, además de que para impartirlo se necesitan buceadores de apoyo logístico. De ahí que hayan contado con la colaboración del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, pero también con numerosas instituciones (además de la Tenencia de Alcaldía de La Herradura y la Clínica El Ángel), que han apoyado directamente la iniciativa o mediante aportación de ponentes, como el Departamento de Zoología, el Centro de Arqueología Subacuática del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, la Sociedad Española del Buceo Científico y Universitario y del centro escuela de buceo Aquatours de Aguadulce, Almería, donde también se celebró una de las sesiones, y cuyo director, Fernando Orri, es responsable de dos especialidades propias de la Asociación Profesional de Instructores de Buceo (PADI) que con carácter internacional son también impartidas en el curso.

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