El PSOE profundiza en su crisis. A las 48 horas de que su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunciase un congreso extraordinario para elegir a su sucesor, los socialistas se han enfrascado en un nuevo sistema de elección del líder. Para algunos se trata de "abrir las ventanas" a la sociedad; para otros, un "pase de modelos" por utilizar una expresión del ex ministro José Bono. El PSOE andaluz, cuya secretaria general, Susana Díaz, ha sido citada por muchos como el referente que necesita el partido, ha dado un paso atrás y contempla con lejanía unos vaivenes que su organización achaca a una dirección que ya no manda. Aun así, y quizás por no quedarse atrás en esta teoría de abrir ventanas, armarios y cajas, el secretario de Organización andaluz, Juan Cornejo, se sumó a quienes quieren que el secretario general sea elegido en una consulta abierta a toda la militancia socialista. "Me suena bien" esta propuesta, dijo Cornejo. Midió bien su expresión; minutos antes había usado la misma el portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez. Les suena bien, están de acuerdo, pero parece que su presidenta ha dado un paso atrás para ver con mejor perspectiva este juego de personalismos aliñados con buenas voluntades. De momento, no han dado una respuesta clara a Rubalcaba hasta que la dirección no les diga el cómo.

Rubalcaba comenzó a consultar ayer con los barones territoriales la opción de elegir al secretario mediante pregunta a toda la militancia, y parece que si él ha dado este paso y en Andalucía, aunque con la boca pequeña, también se apoya, el PSOE aprobará este método que fue rechazado, sin embargo, en el congreso de Sevilla. La pasada conferencia política, la del mes de noviembre, también decidió aplazarla, pero ahora varios diputados, muchos dirigentes regionales y algunos protocandidatos a las elecciones primarias han llevado al partido a aceptarla en un ejercicio de improvisación. Antes de que Rubalcaba anunciara que iba a consultarlo, personalidades tan importantes como Ramón Jáuregui -número dos en las elecciones europeas- y el ex presidente Manuel Chaves lo habían rechazado con el argumento de que no figuraba en sus estatutos. Donde no figuraba era en el guión, que a partir de ahora va a necesitar ser reescrito.

Nadie en el PSOE sabe cómo se  llevará a cabo esto, aunque parece que les va a servir el ejemplo de los socialistas gallegos, que eligieron así a su líder en contra de la dirección. Antes del congreso extraordinario del 19 y 20 de julio, se convocaría a una consulta a los militantes, que votarían a algunos de los candidatos. El congreso, al que ya irían sólo los delegados, refrendaría la elección de la militancia, y elegiría posteriormente al resto de la Ejecutiva.

El primero que, de modo rotundo, apoyó esta opción fue el diputado Eduardo Madina. "Sólo valoraré la decisión de presentar mi candidatura a la Secretaría General si la elección se hace por voto directo de toda la militancia", manifestó a primeras horas de la mañana el que se supone ya es un protocandidato. El día anterior, en la reunión del grupo socialista en el Congreso, algunos diputados, como Rosa Aguilar, habían solicitado esta elección. Después de las declaraciones de Madina, se sumaron a ella el líder extremeño Guillermo Fernández Vara y el castellanomanchego Emiliano García Page, quien animó a Susana Díaz "a tirar del carro". Ella no habló, pero sí lo hizo Juan Cornejo. Desde Asturias y La Rioja, que también le apoyan, le pidieron un pronunciamiento. Cataluña se sumó al respaldo.

Prácticamente, todas las agrupaciones aprueban de un modo u otro este sistema que ha cogido un tanto de sorpresa a los socialistas andaluces. Antes de que Madina asombrase con su propuesta, el ex lehendakari Patxi López apostó por Susana Díaz como secretaria general, al ser "compatible", en su opinión, este cargo con el de presidenta de la Junta. La secretaria provincial de Cádiz, Irene Gracía, que el martes estuvo en una reunión con Susana Díaz, también habló de esta "compatibilidad". Y ése parecía ser el guión, el de la compatibilidad de cargos, hasta que el PSOE se ha visto envuelto en esta discusión orgánica.

Quizás, por ello, Susana Díaz, que ayer reunió a su grupo parlamentario antes de comenzar el pleno de esta semana, les pidió que no se distrayesen con "cuestiones orgánicas". Éstas son sus palabras: "Las cuestiones internas y orgánicas no nos pueden distraer, ni al partido ni al grupo ni al Gobierno andaluz porque no podemos defraudar a la gente que nos ha dado su confianza de modo mayoritario en unos momentos en los que los grandes partidos de este país no gozaban de buena salud". Un paso atrás, silencio, que pasen los días y ya se verá. Susana Díaz seguirá de presidenta andaluza, pero no desvela si se presentará a esa Secretaría General compatible. Mientras, mira, como dijo Bono,  "la pelea de grillos". O como un miembro de su dirección, comentó en los pasillos del Parlamento sobre algunos protocandidatos a las primarias: "Pero si algunos no han sido ni concejal de Cementerio en su pueblo".