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Bandera azul y bandera negra, la perla de la Costa Tropical en el punto de mira de los ecologistas

Bandera azul y bandera negra, la perla de la Costa Tropical en el punto de mira de los ecologistas

Bandera azul y bandera negra, la perla de la Costa Tropical en el punto de mira de los ecologistas / Alba Feixas

Asombro, incredulidad y malestar. Son sólo algunos de los sentimientos que muchos vecinos de Almuñécar sienten tras descubrir que la playa de La Herradura, la perla de la Costa Tropical, se ha convertido en poco tiempo en el centro de la diana de Ecologistas en Acción. Un enclave privilegiado situado entre parajes naturales en el que se respira tranquilidad y sus habitantes llevan, por norma general, una vida 'slow' tan característica de los que viven junto al mar, que se entremezcla con un fuerte carácter medioambientalista y que en época estival ve como sus calles se llenan de vida por el aumento considerable de población. 

La Punta de la Mona y Cerro Gordo cobijan esta bahía natural con algo más de dos kilómetros de playa donde es muy normal ver a multitud de personas practicar durante todo el año desde kayak o paddle surf, hasta natación, snorkel o buceo. También es muy normal ver a vecinos y vecinas recorrer el paseo marítimo varias veces o subir por Las Palomas para mantenerse en forma. El Ayuntamiento trabaja de forma incansable para mantener la ribera en las mejores condiciones y dotarla de servicios todo el año para que, tanto vecinos como visitantes, puedan disfrutar de una de sus grandes señas de identidad. Algo que les ha servido para recibir el reconocimiento de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), con la concesión de una bandera azul que otorga la Fundación Europea de Educación Ambiental (FEE) a playas, puertos y embarcaciones sostenibles desde hace 36 años.

¿Pero es posible que la misma ribera reciba también el reconocimiento negativo de los ecologistas con una de sus 'indeseadas' banderas negras? Es la extraña cuestión que se da este verano en La Herradura. Hace pocas fechas, la confederación de ecologistas hizo público su informe anual en el que otorgan dos banderas negras por provincia y/o ciudad autónoma, una por contaminación y otra por mala gestión ambiental. 

Circunstancia que en el caso de La Herradura no han gustado nada dentro del Consistorio municipal. El alcalde de Almuñécar, Juan José Ruiz Joya, señala que dicha bandera "no tiene ningún rigor, ni ningún informe que pueda avalar lo que se dice", e incide en que muchos de los argumentos que se dan en dicho informe para justificarlo "son mentira". Y adelanta que están planteando tomar acciones legales, "hay cuestiones que se dicen en el informe que son totalmente falsas".  

Otra de las cuestiones que se plantean es una posible masificación, en este sentido indica incrédulo desconocer el motivo que les ha llevado a denunciarlo, ya que el PGOU que se plantea "cuida y protege el entorno de la playa de La Herradura, y cuando acusan de que no hay saneamientos en las urbanizaciones, no se corresponden con la realidad", por lo que "no voy a permitir ni que Ecologistas en Acción, ni nadie, haga daño a la imagen turística de nuestra ciudad y más si es mentira". 

"Todo el mundo conoce La Herradura, somos la joya de la corona del turismo y es incomprensible el informe", concluye. 

La bahía herradureña es uno de los sitios predilectos para los amantes del snorkel La bahía herradureña es uno de los sitios predilectos para los amantes del snorkel

La bahía herradureña es uno de los sitios predilectos para los amantes del snorkel / Alba Feixas

Los ecologistas exponen que la bahía herradureña sufre "uso desorbitado de actividades acuáticas y turísticas, que acarrean consecuencias como la circulación de tractores por el paseo marítimo y la playa que arrastran embarcaciones desde y hasta la marina seca". Además, inciden que en la actualidad se está construyendo un chiringuito permanente de obra de grandes dimensiones en plena playa con licencia municipal, privatizando un terreno público. Dicho establecimiento hostelero ya está en funcionamiento y a pleno rendimiento. Según fuentes municipales consultadas por este periódico remarcan en que dicho comercio se sitúa en pleno arenal por lo que no es responsabilidad municipal, y habría obtenido el permiso de situación de la Dirección General de Costas, organismo dependiente del Gobierno central. 

Otro de los motivos que ponen sobre la mesa es la proliferación de motos acuáticas que provocan contaminación acústica y física, ocasionando daños a la fauna y flora marina y molestias e inseguridad a usuarios y buceadores, aunque realmente se trata de un problema más extendido y que afecta a muchos municipios del litoral andaluz. En este sentido, la asociación Amigos del Mar lleva varios años luchando, reivindicando, recogiendo firmas, realizando quedadas espontáneas y silenciosas o marchas por tierra y mar para luchar por una costa tranquila. 

El problema con las motos de agua no es único de esta zona del litoral, de hecho en los últimos tiempos, y debido a la gran proliferación, se busca la forma de dar 'caza' al usuario que no respeta las normas de circulación o que se adentra en zonas prohibidas por la protección del paraje. Incluso el Servicio Marítimo de la Guardia Civil ha aumentado la vigilancia y el control dentro de la lámina de agua para intentar acotar, de alguna forma, su uso. En este sentido, dos vecinos de La Herradura, que prefieren mantenerse en el anonimato, aseguran no estar de acuerdo con los ecologistas. "El problema es la gente que viene un rato con su moto, da cuatro o cinco pasadas para lucirse y luego se va. Nos cuelgan el sambenito a los que tenemos una y la utilizamos solo dos o tres veces en todo el verano y respetando las normas". 

El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) también es objeto de críticas. Aún no cuenta con la aprobación definitiva, el equipo de Gobierno lo presentó hace unos meses para encauzar todo el término municipal hacia la Almuñécar del futuro, sin embargo no se libra de la crítica de los ecologistas que ponen de manifiesto varias cuestiones que se salen del ámbito de la costa herradureña. Es decir, señalan la construcción de un gran hotel en la primera línea de playa y 4.000 nuevas viviendas en la zona de la vega del río Jate, lo que "supondrá la urbanización de todo frente litoral de esta playa y la masificación de una zona ya sobrecargada". En este sentido, inciden en que la playa de La Herradura sufre desde hace años "la privatización progresiva de su superficie por concesiones a empresas privadas y chiringuitos. Existen en su entorno numerosas urbanizaciones y construcciones aisladas no conectadas al alcantarillado y varios emisarios ilegales, lo que genera vertidos a sus aguas y la aparición de manchas en superficie, mucho más frecuentemente en verano cuando la población se multiplica". Inciden en que la administración local ha hecho de esta playa un inmenso negocio en detrimento de su uso por los ciudadanos y de los valores naturales de este enclave, situado entre dos zonas marítimo-terrestres protegidas de enorme valor ambiental, el Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo y la Zona de Especial Conservación Acantilados y Fondos Marinos de la Punta de La Mona. Y entre las soluciones que proponen se encuentra la dotación de una red de alcantarillado que permita la depuración de la totalidad de sus aguas residuales, la desclasificación de los nuevos suelos urbanizables, considerando la playa más allá de la especulación urbanística, o regular los usos turísticos de la playa y la bahía, así como que se cumpla la legislación en las zonas protegidas colindantes que se ven gravemente afectadas.

Vista de La Herradura Vista de La Herradura

Vista de La Herradura / Alba Feixas

Una bandera que sorprende 

Una bandera negra que ha pillado por sorpresa a muchos. El presidente de la Asociación de Chiringuitos y Empresarios de Playas, Francisco Trujillo, asegura no entender el criterio utilizado para decidir dicha cuestión, más cuando la ribera herradureña es distinguida cada año con la bandera azul y la Q de calidad, que certifica el buen trabajo que se realiza todo el año en las playas. "Tenemos una playa urbana en la que se compagina la actividad empresarial con la turística y a la vez se protege el entorno. Somos los más interesados en que la playa se proteja y que esté en perfectas condiciones, y por ello la protegemos". 

Con respecto a las aglomeraciones mencionadas, puntualiza que es un problema que se sufre días contados en zonas puntales, "no se puede olvidar que las actividades turísticas no suponen ni un 15% de la superficie de la playa, pero lo que no se puede pretender como bañista es querer utilizar todos los días el mismo sitio exacto de la playa, hay que saber convivir".

Trujillo recuerda que todas las actividades náutico deportivas y establecimientos hosteleros se encuentran situados en la zona árida de la playa, un espacio que no es utilizado por los bañistas para descansar o tomar el sol, y aún así queda un gran porcentaje de ribera libre. "No sabemos los criterios que han seguido para otorgar esta bandera, La Herradura tiene una calidad de agua excelente, contamos con estación de depuración de aguas residuales, se hacen periódicamente controles, tanto desde el Ayuntamiento como desde la Junta de Andalucía", por lo que incide en no entender la decisión. 

 

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