Costa Tropical

Tres días de huelga de hambre que finalizan con un traslado al hospital de la madre de Rubiales

Tres días de huelga de hambre que finalizan con un traslado al hospital de la madre de Rubiales

Tres días de huelga de hambre que finalizan con un traslado al hospital de la madre de Rubiales

Y al tercer día, todo acabó. Ángeles Béjar, la madre de Luis Rubiales, el suspendido presidente de la Real Federación Española de fútbol, ha tenido que ser trasladada al Hospital Santa Ana de Motril donde permanece ingresada en el servicio de urgencias en observación tras presentar diferentes dolencias.

Cuando parecía que Ángeles iba a salir a la puerta principal de la Iglesia Divina Pastora de Motril para informar a los medios de comunicación congregados de su estado de salud en el tercer día de huelga de hambre con carácter indefinido para pedir justicia para su hijo y rogar que se encuentre una solución a la "cacería inhumana y sangrienta que están haciendo", finalmente salió el Padre Antonio para "dar la peor noticia posible" ya que no podría acudir "al padecer una crisis ocasionada por la enfermedad crónica que padece". El párroco informaba de esta forma de que la madre de Rubiales había sido trasladada por diferentes dolencias, posiblemente ocasionadas por la enfermedad crónica de riñón que padece y agravadas por los tres días de encierro y de huelga de hambre que lleva. Además de asegurar que no iba a volver a la iglesia para proseguir con su huelga de hambre.

Según informan varios familiares, presentaba un importante hinchazón en las piernas, pudiéndose haber ocasionado por la acumulación de líquidos, vómitos, mareos y angustia, así como un fuerte malestar físico que ha motivado que el médico que la ha tratado en la iglesia donde secundaba el encierro recomendara el traslado a un centro sanitario.

Inmediatamente, el gran despliegue de medios se ha trasladado de la iglesia del barrio de Capuchinos hasta el Hospital Santa Ana, donde al cierre de esta edición se encontraba en observación en el servicio de urgencias siendo tratada y desconociéndose si la mantendrían hospitalizada a lo largo de la noche, aunque ha sido imposible verla llegar ya que un coche la trasladaba por una puerta lateral del centro hospitalario.

Era en la segunda jornada cuando Ángeles se dejaba ver dentro de la sacristía donde estaba llevando el encierro para asegurar que se encontraba en buen estado y que, pese a la petición realizada por su hijo de que abandonara el encierro, mantendrá su postura hasta que "se haga justicia con su hijo" o su cuerpo aguante.

A primera hora de este miércoles, su cuñada, con la que inició este encierro, salía de la parroquia para asistir a una cita médica, y le daba el relevo otro familiar. A su salida, aseguraba que Ángeles es la única que estaba realizando la huelga de hambre, que está en todo momento estaba acompañada y que tanto la familia como el propio párroco le estaban insistiendo en que lo dejase debido a su edad y su delicado estado de salud.

Sin embargo, aseguraba que la madre de Rubiales se encontraba mucho más animada que el primer día y que estaba centrando su energía en rezar.

A primera hora de la mañana del lunes la madre de Luis Rubiales, aprovechaba que una limpiadora abría la puerta para limpiar las instalaciones para entrar en ella, supuestamente para rezar y pedir por su hijo, y no ha vuelto a salir, al tomar la determinación de iniciar una huelga de hambre, con carácter indefinido, para pedir justicia para su hijo y rogar que se encuentre una solución a la "cacería inhumana y sangrienta que están haciendo". Una huelga de hambre que llega a su final tras el traslado forzoso al centro hospitalario.

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