Una vez que las tintas sobre Muñiz Fernández ya están echadas y que los elogios al partido que realizó el Granada CF el domingo están agotados, la realidad es abrumadora. El conjunto rojiblanco está penúltimo en la tabla, sólo por delante del Osasuna, y su balance goleador deja mucho que desear. Asimismo,el equipo de Anquela ha dejado una imagen mohína, salvo ante el Athletic de Bilbao y en momentos puntuales de algunos choques. En la capital andaluza, los béticos ven la vida de otra manera. La escuadra verdiblanca está cuarta en la clasificación, en puestos de Champions League.

Anquela y sus pupilos siguen otra semana al borde del abismo. Más el técnico jienense, ya quees más fácil poner la espada de Damocles sobre uno que sobre veinticinco. La situación se agrava al mirar hacia delante y afrontar que, después del fulgurante Betis, el siguiente rival es el Atletico de Madrid, segundo en la clasificación.

Dos jornadas ante los dos rivales de moda de la Liga española. Enemigos complicados para romper la racha de cuatro derrotas consecutivas, algo que no le pasaba al Granada desde el año 1992, cuando perdió cuatro partidos de Liga en Segunda B y dos de Copa del Rey.

El panorama es engorroso. No obstante, el Granada también tiene argumentos para dar la vuelta a la tortilla. Si el conjunto rojiblanco sabe prolongar la líneade juego ascendente que mostró frente al Athletic, sólo le hará falta puntería para aspirar a derrocar a sus próximos rivales. Además, hay un dato que, aunque que es meramente anecdótico, puede servir de espejo en el que fijarse: la victoria del curso pasado en el Benito Villamarín.

El Granada llegó la temporada anterior al estadio de Heliópolis en el marco de una crisis institucional y deportiva. La reciente destitución de Fabri y las tres derrotas consecutivas que metían al equipo en descenso se contraponían al buen momento que experimentaba el Betis en enero, que había vencido al Sevilla en la semana previa al choque con dos goles de falta de Beñat. El conjunto rojiblanco rompió la dinámica y venció por 1-2 al Betisen el debut de Abel Resino en el banquillo granadinista.

Otras tablas a las que puede agarrarse el Granada son quela ciudad del Guadalquivir se le da bien, prueba de ello son sus dos victorias allí en la campaña pasada, o que en los tres últimos enfrentamientos contra el Betis ha ganado dos y empatado uno, aunque se lo llevó el equipo verdiblanco en penaltis en la Copa del Rey. Por último, el cuadro de Anquela también se puede aprovechar de la circunstancia de que el choque del viernes llega una semana antes del derbi sevillano, una tesitura que puede 'despistar' a los de Pepe Mel.

El Betis desmonta las hipótesis con su buen comienzo, en el que ha conseguido 19 puntos en las diez primeras jornadas. Ya ha hecho la mitad de los puntos de la teórica salvación, lo que le dalibertad para pensar en retos mayores. En la actualidad, es el segundo mejor visitante de la Liga, sólo superado por el Barça, y el cuarto equipo más goleador con 17 goles. En Sevilla además se respira un ambiente de euforia porel buen momento que experimentan jugadores como Beñat, Jorge Molina y Rubén Castro, los dosúltimos con cuatro dianas en la presente campaña. Si se compara con el Granada son razones livianas pero... mientras hay vida hayesperanza, y más en el deporte.

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