El de Balaídos es de esos encuentros en que no se le puede reprochar nada a los jugadores del Granada CF. Todos anduvieron, más o menos, en el nivel esperado, aunque el caprichoso fútbol quiso que el más que aceptable trabajo, tanto individual como colectivo, no tuviera premio al final al encontrase los rojiblancos con una injusta derrota por 2-1.

Toño, criticado por los dos goles recibidos en el anterior encuentro ante el Barcelona, no pudo hacer absolutamente nada en los dos tantos marcados por el Celta.

En defensa, los dos jugadores más destacados fueron los laterales, perfectos atrás y con buenas subidas al ataque. Los centrales, lo mejor del equipo en los últimos partidos, estuvieron menos lúcidos que en anteriores choques, aunque cumplieron bien su labor. Eso sí, los dos tantos llegaron por desajustes defensivos en la zona que queda entre Nyom e Íñigo López.

Por delante, Recio completó su partido más completo desde que está en el Granada, mientras que Rico, Nolito y Torje estuvieron un poco por debajo del nivel mostrado otras veces, y los dos puntas dieron la talla. Poco se puede decir de los recambios, ya que apenas tuvieron tiempo de hacer algo destacable.