Durante algunas fases de la temporada parecía que el problema del Granada estaba atrás: fallos garrafales que cuestan partidos, demasiados goles recibidos y pocos encuentros sin dejar la meta a cero. En otros choques la sensación era que el verdadero lastre se encontraba adelante: pocos tantos marcados, mala puntería e incapacidad para crear juego y llegar. Choques como el de ayer demuestran que 'tanto monta, monta tanto', que el Granada es un equipo cercano a lo deficiente en ambos aspectos, el defensivo y el ofensivo. Salvo en momentos muy puntuales de la Liga, los rojiblancos no han estado nunca a la altura, ni en un área ni en la otra. De ahí su irregularidad y su pésima situación en la tabla.

otra revolución

Tras el intento fallido de revolución ante el Betis, Alcaraz regresó a su hasta entonces inamovible 1-4-4-2, aunque con inhabituales ocupantes de algunos puestos. Brahimi demostró que puede jugar perfectamente de medio centro, que él, otra vez el mejor y casi el único que se puede salvar de la quema, no es el culpable de que se pierdan partidos. La papeleta fue mucho más complicada para Diakhaté y Roberto. Hacer que se estrenen en uno de los partidos más difíciles de la temporada significa que o acaban como héroes o trasquilados. Fue lo segundo.

tocar fondo

Se pensaba que el Granada había tocado fondo ante el Betis. No fue así porque ayer contra el Atlético fue peor. Resultados aparte, contra los verdiblancos hubo carácter, orgullo y amor propio. En el Calderón nada eso, con el equipo haciéndolo aún peor, sin balón y con él.

un coladero

La primera llegada del Atlético de Madrid, antes del minuto cinco, fue gol. A partir de ahí, la zaga fue un auténtico coladero durante todo el encuentro. Los colchoneros hicieron sangre, sobre todo, a balón parado. El aspecto con el que más sufrió el Granada de Anquela, ese que había mejorado con Alcaraz y que, en gran medida, sirve para medir el nivel de intensidad y concentración del equipo, volvió a ser el principal 'Talón de Aquiles' de los nazaríes. Errores individuales y colectivos, falta de concentración y cinco goles en contra que pudieron ser más. Nulos atrás.

ni miedo

Ighalo y Aranda empezaron el partido activos, apareciendo mucho y ofreciéndose. Fue un espejismo. A medida que fueron cayendo los goles en contra fue perdiendo fuelle en ataque un Granada plano, inofensivo, paupérrimo, lamentable con el balón. El esfuerzo y la calidad de Brahimi vale de muy poco si está rodeado de estacas. Con la defensa local defendiendo muy lejos del área, los rojiblancos solo llegaron con centros casi siempre despejados por la zaga. Pocos ofrecimientos, ningún desmarque de ruptura -claves tal y como defiende el Atlético-, ataques previsibles, sin chispa, incapacidad total para combinar, asociarse o desbordar.

buonanotte

El argentino jugó el último cuarto de partido como delantero. Se le vio y casi marca. Con muy poco, mejoró a casi todos sus compañeros. Visto el nulo rendimiento de Ighalo en los últimos partidos, puede ser una buena opción en esa posición para el decisivo encuentro de la próxima semana ante el Valladolid.

¿con lucas o sin él?

Pina se cargó a Anquela después de que el plantel hiciera ante el Sevilla un partido tan lamentable como el de ayer. El bagaje de Alcaraz es pésimo. Tras dos victorias iniciales, dos puntos en los últimos ocho encuentros que lleva el Granada sin ganar. La decisión para los dirigentes rojiblancos no es fácil. ¿Está Lucas capacitado para sacar esto adelante?, ¿hay alguien que ahora venga y te asegure que va a salvar al equipo? No se intuye relevo en el banquillo esta semana, seguramente sea lo mejor. Los que están, Lucas incluido, son los que tienen que sacar esto adelante. Y están capacitados para hacerlo.