Mallorca - granada

Cuando no se sabe ganar (1-2)

  • El Granada pierde ante el Mallorca, que llegaba desahuciado, al no concretar opciones claras de las que dispuso. Hemed sentencia para los visitantes en la última posesión del partido.

El Granada Club de Fútbol desandó parte del camino recorrido en el complicado mes de febrero. No supo ganar al hundido Mallorca, que ahora respira, y mostró que es más vulnerable de lo que parece en el estadio de Los Cármenes. La victoria ante el Real Madrid se diluye. La zona de descenso está a tres puntos, pero si el Celta gana en Sevilla esta noche, el Zaragoza caerá al pozo de los condenados a bajar a Segunda y la renta de los rojiblancos sobre el corte será sólo de uno.

La falta de acierto de cara a la portería contraria, en acciones más que claras para batirla, y un clamoroso error del colegiado del partido, que no castigó con penalti una mano de Hutton en el interior del área (minuto 74), imposibilitaron toda opción de triunfo del equipo dirigido por Lucas Alcaraz.

Carlos Aranda estuvo plúmbeo a la hora de cerrar las jugadas de 'cara a cara' ante el portero rival, principalmente por seleccionar mal su último movimiento en cada una de ellas. Cuando la acción a todas luces clamó por realizar un pase picado (60'), el delantero optó por driblar al meta con su clásico gesto hacia la derecha. Cuando un contragolpe por la izquierda invitó a algo más que disparar, el jugador dejó que el central se le echara encima y, tras trastabillarse, tiró casi sin ángulo para estrellar el esférico en el lateral de la red (54'). El malagueño, pese a todo, realizó un importante trabajo a lo largo de todo el encuentro.

Nolito y El Arabi tampoco supieron concretar claras ocasiones para batir a Aouate. El de Sanlúcar de Barrameda se 'justifico' al ser el autor del gol rojiblanco, pero lo tuvo a huevo para marcar un segundo tanto en un disparo a bocajarro ante el guardameta del Mallorca (41'), que pudo dar para que Siqueira empujara hasta la red. El marroquí fue presa de su aparente indolencia: cabeceó manso un balón enviado por Brahimi desde la línea de fondo, al que respondió el portero rival con una simple estirada (73'), y no tuvo anticipación para intuir un pase de Aranda desde la derecha que se paseó por la línea de meta (83').

El Mallorca, por su parte, hizo su partido. Se mostró estable en todo momento, incluso con el marcador en contra y aprovechó sus ocasiones. Bien es cierto que tuvo 'suerte' al igualar el encuentro cuatro minutos más tarde de que se adelantara el Granada (1-1, 12'). Fue en la primera llegada al área contraria del conjunto entrenado por Gregorio Manzano. Los baleares, para colmo de males para los rojiblancos, la empujaron a la red en la última jugada del partido. Y lo hizo en el único saque de esquina que realizó en todo el choque. Hemed no perdonó... y reivindicó su vuelta a la titularidad.

El conjunto bermellón llegó a Los Cármenes frito -penúltimo con 18 puntos-, tras sólo sumar siete de los últimos 60 puntos que había disputado y se marchó de Granada con la moral bien alta: a cuatro puntos de la permanencia. Tuvieron fruto los petos ideados por Manzano para entrenar durante la semana, en los que serigrafió leyendas como: podemos, fuerza, confianza, ilusión, ambición, compañerismo o pensar. Sus jugadores pudieron con los rojiblancos, mostraron fuerza, confianza, ilusión, ambición y compañerismo... y pensaron.

La gran novedad en el Granada fue la entrada en el once inicial de Buonanotte en detrimento de Torje. El argentino teóricamente debía emplearse por la derecha, pero gozó de libertad de movimientos y en gran medida se volcó hacia la parcela central. Desde ahí generó bastante peligro y ofreció a sus compañeros pases ganadores, como fue el enviado sobre Juanma Ortiz para que centrara y Nolito firmara el gol de los rojiblancos.

Los de Alcaraz pecaron de empuje por parte de los hombres del centro del campo a raíz del empate visitante. Recio no se decidió a empujar a los suyos al ataque y se quedó a guardar la ropa. Y el Mallorca se ajustó bien a la opción 'Buonanotte' con el paso de los minutos.

El Granada sufrió mucho en el tramo final del primer tiempo, en el que Giovani fue toda una pesadilla para los defensores rojiblancos. Por cierto, el 1-0 del Mallorca se produjo como consecuencia de un error de Íñigo López al ser presionado por el mexicano, que tras recuperar la posesión centró para que marcase Alfaro.

El Mallorca asustó al Granada tras el descanso. Saltó al césped con mucha intensidad, aunque con poca precisión y los rojiblancos se replegaron en exceso. Pasados diez minutos, los de Alcaraz recobraron su sitio y Nolito y Aranda pudieron matar el partido en acciones antes citadas, pero los visitantes no se cortaron. En el 62', Toño sacó un balón a bocajarro a Víctor. A partir de ahí, el entrenador rojiblanco ofreció jugar a Brahimi por Nolito, pero el francoargelino vagabundeó por el campo y el cuadro rojiblanco se quedó a expensas de la suerte... que se fue para Hemed. Y derrota de las que escuecen.

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