Los Príncipes cumplieron la promesa de volver a Granada en familia. La pareja, acompañada de sus dos hijas, las infantas Leonor y Sofía, eligió la ciudad para pasar el Día de Todos los Santos, una fecha especialmente significativa en la que Don Felipe y Doña Letizia celebraban el décimo aniversario del anuncio de su compromiso. Como miles de turistas, que ayer llenaron las calles de la capital aprovechando el día festivo y el buen tiempo, los Príncipes cumplieron lo prometido al presidente de la Diputación, Sebastián Pérez, en la última edición de Fitur y pasearon por el Albaicín y la Carrera del Darro, comieron en un céntrico restaurante del casco histórico, se asomaron al Mirador de San Nicolás y llevaron a sus hijas a la Alhambra, en una visita privada fuera de la agenda oficial.

Sólo que, en realidad, fue poco privada. Allí donde iba, la familia real despertó la expectación de los granadinos y de los turistas que se sorprendían al andar -es un decir- junto a los Príncipes de Asturias y sus hijas. De hecho, el paso de Don Felipe, Doña Letizia y las infantas Leonor y Sofía quedó perfectamente documentado en las redes sociales.

Puede que no fuera privada, pero sí que fue una visita sorpresa. A mediodía comenzaron los rumores de que los Príncipes estaban en Granada, de que habían llegado en un vuelo de Iberia procedente de Madrid y al poco tiempo empezaron a aparecer los primeros comentarios y fotografías en Facebook y Twitter. Pero pocos sabían cuál había sido su recorrido, cuándo habían llegado y si pasaban la noche en la ciudad. De hecho, oficialmente se desconocía por completo la intención de los Príncipes de enseñar la Alhambra a Leonor y Sofía, y fueron los propios trabajadores del recinto monumental los que alertaron de la llegada de la pareja y sus hijas, que habían reservado su entrada de forma anticipada.

Después de abandonar en su propio coche el centro de la ciudad -conducía Don Felipe-, la familia llegó andando hasta las puertas del monumento nazarí a través del bosque de la Alhambra, donde, al igual que en el resto de su visita, no pusieron problemas para hacerse fotos con quienes se lo pidieron.

La visita a los Palacios Nazaríes, que comenzó alrededor de las 17:15 horas, tampoco la hicieron por su cuenta. Los Príncipes y las infantas, que quisieron hacerse fotos en el Patio de los Leones, en el Patio de Arrayanes y en los Jardines del Partal, realizaron una visita de grupo, acompañados por el resto de los visitantes que habían reservado su entrada para conocer el monumento más emblemático de la ciudad.

Tres cuartos de hora más tarde y después de disfrutar de una hermosa puesta de sol, la familia se dispuso a abandonar el recinto monumental. Pero para entonces se había congregado en la Placeta de Carlos V un numeroso grupo de ciudadanos, que despidieron a los Príncipes y a las infantas con un cariñoso aplauso. Como recuerdo, los Príncipes y sus hijas se llevaron unos peluches de León, una Guía de la Alhambra y una pañoleta inspirada en los alicatados del monumento.

Aunque fuera una visita privada, Don Felipe, Doña Letizia y las infantas se dieron ayer un baño de masas. Porque las calles de la ciudad estaban a rebosar en el primer día de un puente que, más allá de ingresos y pernoctaciones, será muy beneficioso para Granada.