Red de voluntarios contra la crisis

Solidaridad de aguja e hilo

  • Son muchos los voluntarios que con tiempo y buena voluntad suplen la falta de previsión de las autoridades para proveer de material a los sanitarios

Todos los días millones de personas de toda España salen a los balcones a agradecer a los sanitarios su trabajo. Es cierto que ellos son los héroes de primera línea del frente, la infantería que está más expuesta al virus, pero no es menos cierto que su trabajo se completa con la labor de otros profesionales y voluntarios que están detrás y ayudan en la batalla contra ese enemigo invisible que se cobra vidas cada día.

Además de la UME, la Policía o la Legión desinfectando calles, hay regimientos enteros de farmacéuticos o empleados de supermercado, entre otros trabajadores, repartiendo productos de primera necesidad. Y detrás de esa caballería, está la artillería de campaña formada por voluntarios que dedican su tiempo a suministrar buena parte del material sanitario que la falta de previsión de los Gobierno no les ha proporcionado a los que tienen que estar en primera fila.

Muchos han acudido al llamamiento de ayuntamientos y asociaciones pero otros muchos han acudido al rescate directo de familiares que les han contado la dramática situación en la que tienen que luchar contra Coronavirus y hacer su trabajo. Este es el caso de de Vanesa Caballero, una vecina de Churriana de la Vega que habitualmente cose trajes de flamenca junto a su madre, Amparo Navarro. Su hermana, enfermera en el Centro Reina Sofía de Armilla, les comentó que no tenían material de protección suficiente para tratar con los pacientes allí ingresados y se pusieron manos a la obra a confeccionar mascarillas, gorros y batas.

“Mi hermana nos dio las pautas para hacer las mascarillas, con tela doble de algodón orgánico, y nos pusimos a hacerlas de inmediato. Yo con tela que tenía de los trajes de gitana y mi madre con sábanas”, comenta Caballero, que saca tiempo para coser en los ratos libres que le dejan el cuidado de sus tres hijos, de 4 y 3 años, y once meses el más pequeño. “Yo tengo menos disponibilidad pero mi madre ha hecho cientos”.

"Mi hermana que es enfermera nos dio las pautas y nos pusimos ha hacerlas de inmediato"

Y además de mascarillas, también hacen gorros de tela y batas impermeables "con los plásticos de las bolsas de basura grandes de las que se utilizan para los cubos comunitarios”. “Se cierran por detrás pero el cinturón se tenía que atar por delante para que se lo puedan quitar sin tener que toca ser con las manos con los guantes sucios”, comenta Caballero, que dicen que han ido improvisando un poco sobre la marcha. “Ahora nos han dicho que los sanitarios se están poniendo filtros del café en las mascarillas y eso luego lo tiran y así pueden lavarlas, ponerles un filtro nuevo y reutilizarlas, pero aún no hemos probado”.

Así está el patio, improvisando ante la falta de suministros de material de las autoridades competentes. Y aunque ella es de Churriana y primero está cosiendo para el centro de su hermana, el Ayuntamiento de su municipio tiene en marcha otra actividad paralela en la que ya participan 300 vecinos. El concejal de Servicios Sociales, Luis Rodríguez, explica que con los patrones y las directrices que le suministra el PTS y con las telas que dona una fábrica de la localidad, han confeccionado ya más de 1.000 mascarillas, 50 monos y más de 60 máscaras protectoras. “Se ha volcado todo el pueblo”, comenta el alcalde sobre este material que se lava y empaqueta en el centro Los Prados de la Zubia y luego se reparte entre el PTS, el Centro de Salud de Churriana y los trabajadores de ayuda a domicilio. “Tenemos más de 200 usuarios y Diputación sólo nos suministró 70 mascarillas”, se queja sobre la situación que se ve compensada gracias a la solidaridad en forma de aguja e hijo de sus vecinos.

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