Granada

La Universidad encarga un estudio para determinar el impacto del acelerador

  • El documento promovido desde la institución debe valorar la contribución al empleo y al PIB de la provincia y evaluar los riesgos derivados de esta infraestructura científica

La Universidad de Granada (UGR) ha publicado la licitación de un contrato para la elaboración de un estudio sobre el impacto socioeconómico relacionado con la posible construcción del acelerador de partículas en el municipio de Escúzar. El documento indica que el coste de este contrato asciende a 50.000 euros, que se costearán con financiación europea.

El documento encargado por la Universidad que debe evaluar la construcción del IFMIF Dones en Escúzar tiene como objetivo "identificar el impacto directo, indirecto e inducido en los diferentes ámbitos territoriales afectados", esto es, tanto a nivel granadino como nacional e incluso europeo. El texto que se encarga "deberá dar respuesta a las principales cuestiones de índole financiera, económica y socioeconómica" relacionadas con las convocatorias de financiación, y se pide que se traten algunos puntos claves relacionados con el acelerador. Así, se especifica que el informe debe desglosar el impacto socioeconómico tanto en la fase de diseño y construcción como en la de operaciones. También la contribución al PIB -se especifica que hay que identificar y diferenciar por sectores-, al empleo, el impacto fiscal, en la innovación y en la actividad científica de este ambicioso proyecto. También se indica que se quiere conocer el impacto que el acelerador puede tener en "los principales actores de la ciudad", como son la propia Universidad de Granada, el empresariado y las administraciones públicas.

El contrato de la UGR para elaborar el documento se financia con fondos europeos

Además se pide que el documento incluya la "evaluación de riesgos derivados" del acelerador de partículas, al que aspira Escúzar.

La licitación del contrato fue publicada el pasado lunes. Las empresas interesadas en hacerse con el mismo tienen apenas hasta el 3 de julio para presentarse.

El encargo de la Universidad de Granada llega casi un año después de que un primer balance sobre la infraestructura se diera a conocer en unas jornadas convocadas por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), organismo dependiente del entonces Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. En esas jornadas se indicó que la posible construcción del acelerador de partículas tendría impacto a nivel local "sobre todo en la fase de operaciones, con la contratación de servicios y mantenimiento". La cuantía en contratos nacionales se estimó en unos 340 millones de euros, según el documento elaborado por el director de Programas Europeos, Espacio y Retornos Tecnológicos del CDTI, Juan Carlos Cortés. Además, se indicó en esas mismas jornadas que en la fase de construcción se daría empleo a unas 2.088 personas al año, tanto por vía directa como indirecta. Con el proyecto en la fase de operaciones, ese número de personas empleadas ascendería a los 9.641 personas al año. En cuanto al dinero que implicaría la construcción, se estimó en este estudio -dado a conocer en octubre del pasado año- que el impacto socioeconómico durante la construcción de la infraestructura científica sería de unos 221 millones de euros sobre el PIB, tanto de forma directa como indirecta. En la fase de operación esta cantidad ascendería a los 701 millones.

¿Y qué es el IFMIF Dones? Se trata de una iniciativa internacional a la que Granada aspira como sede de la infraestructura. Se ha bautizado con las siglas de Internacional Fusion Material Inspection Facility (IFMIF) y Demo Oriented Neutron Source (Dones). Se trata de un banco de pruebas para la que se prevé una futura y prometedora fuente de energía, los reactores de fusión. El acelerador de partículas de Escúzar es una fase previa del proyecto que quiere dar a luz a un reactor con fines comerciales.

El ministro de Ciencia, Pedro Duque, indicó recientemente en Granada que traer esta infraestructura a la provincia es "una prioridad" para el Gobierno. Las diferentes administraciones públicas han mostrado su respaldo al proyecto, que implica la necesidad de poner sobre la mesa 200 millones de euros para su construcción. Sin embargo, la prórroga presupuestaria por parte de anterior Ejecutivo -situación que hereda el actual- ha hecho que, aparte de las muestras de apoyo, no hayan trascendido más noticias sobre el acelerador. Japón es la rival de Escúzar para desarrollar esta ambiciosa infraestructura científica, después de que Croacia se uniera a la candidatura española.

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