El juez Antonio Moreno, que investiga los presuntos abusos sexuales a los que tres sacerdotes y un profesor de Religión sometieron a dos jóvenes de Granada siendo menores de edad, ha aceptado la personación del primer denunciante del caso, bautizado con el nombre ficticio de Daniel, según informaron fuentes del caso a este diario.

Según estas mismas fuentes, el magistrado, que es titular del Juzgado de Instrucción 4 de la capital, a través de una providencia fechada en 27 de noviembre, dio por personado como acusación particular a este joven, que podrá proponer cuantas pruebas estime oportunas a fin de esclarecer los hechos y afianzar su versión.

Su personación permitirá a Daniel exigir, como perjudicado, responsabilidades penales y civiles a las personas que finalmente resulten acusadas y se sienten en el banquillo en un eventual juicio oral, que sería el final del proceso si la causa sigue un curso normal. El caso, según el TSJA, continúa bajo secreto de sumario, por lo que hasta que no se levante, la víctima no podrá tener acceso a las actuaciones.

También está previsto que se persone en la causa la Asociación Pro Derechos del Niño (Prodeni). Así lo anunció su presidente nacional, Juan Pedro Oliver el pasado miércoles, el mismo día en que el juez del caso dejó en libertad con cargos a tres de los detenidos y decretó prisión provisional eludible con una fianza de 10.000 euros para el principal sospecho: el padre Román, que pagó dicha cantidad.

Por otra parte, Juantxo Domínguez, presidente de RedUNE, Red de Prevención del Sectarismo y del Abuso de Debilidad, anunció a Efe que presentará un escrito al mismo juez instructor para poder personarse en la causa abierta como acusación popular, al igual que la asociación Prodeni.

En su último pronunciamiento público, a través de su abogado, el joven cuya denuncia como víctima de supuestos abusos sexuales dio origen a la investigación que derivó en la detención de los presuntos implicados, mantuvo su "absoluta confianza" en la justicia y en las instituciones que trabajan en el asunto.

Según manifestó entonces a Efe su abogado, Jorge Aguilera, el joven, que ahora tiene 24 años, no se sintió especialmente decepcionado por las medidas cautelares adoptadas por el juez instructor. El denunciante entendía, según su letrado, que la adopción de esas medidas obedecería a los datos que obren en la causa y seguía confiando en el "buen hacer" de la administración de justicia y las instituciones que participan en la investigación del caso.

El juez instructor apreció como "particularmente degradante y vejatorio" el carácter de las conductas del padre Román hacia el primer denunciante de los hechos. No ha trascendido si el segundo denunciante se ha personado también ya en la causa. La investigación judicial comenzó el pasado 14 de octubre, cuando el joven interpuso una denuncia en la Fiscalía después de haberla dirigido al Arzobispado de Granada y posteriormente por carta al papa Francisco, que llegó a pedirle perdón en nombre de la Iglesia a través de una llamada telefónica.