Granada

El 'héroe de Kabul' ya es inspector de Policía

  • Jorge García Tudela, muerto en un atentado en Afganistán, recibe un homenaje en el que se le concede la Orden del Mérito Civil y se le asciende a título póstumo

Lucas tiene nueve años, le gusta el batido de fresa y ayer acudió al homenaje que le hacían a su padre con una placa de policía de juguete pegada en su pecho. Y es que lo tiene claro, de mayor quiere ser Policía Nacional como su padre, el hombre que murió el pasado mes de diciembre en Kabul en un atentado terrorista. Jorge García Tudela, de origen valenciano pero que vivía en Monachil, fue destinado a defender la embajada de España en Afganistán y murió con otro compañero "por defender la libertad y los intereses de España", según dijo el propio director de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, que lo definió como 'héroe de Kabul'. Jorge García era subinspector de policía y ayer se cumplió su sueño de llegar a ser inspector.

En una emotiva carta publicada en varios periódicos a mediados de diciembre, el hermano de Jorge, Rafael, decía que "dentro de una semana nadie se acordará de Jorge, ni los medios hablarán de él ni los políticos dirán su nombre en sus mítines (afortunadamente), pero su legado quedará en el ejemplo que nos dio a todos los que tuvimos la suerte de quererle y admirarle". Se equivocaba Rafael porque, tres meses más tarde, los medios han vuelto a hablar de él, los políticos lo vuelven a citar (afortunadamente) para ensalzar su labor y sus compañeros se deshicieron en elogios para ese hombre al que no eran ajenas cualidades como "la amabilidad, la simpatía, la humildad, la sensibilidad, la disponibilidad y, sobre todo, la profesionalidad", según dijo uno de los compañeros que subió al atril.

El día estaba frío y llovía. Pero dentro del Colegio de Médicos, lugar donde se celebraba el homenaje a Jorge García Tudela, el calor humano se evidenciaba con el paseíllo de honores que todos los subinspectores de la demarcación territorial le formaron a la viuda de Jorge, Gema, y a sus dos hijos, Alex y Lucas. En aquel lugar las lágrimas estaban a flor de piel y dispuestas a saltar en cada momento. La mayoría de los presentes conocían al policía nacional asesinado y cualquier alusión a él predisponía al recuerdo y al llanto por su pérdida. Y con esas mimbres se tejió un acto que resultó ser tan sencillo como emotivo.

José Luis Cerviño, jefe superior de Policía de Andalucía Oriental, fue el primero en hablar para referirse a la familia del policía asesinado, "que habéis sido todo un ejemplo de dignidad y entereza". Cerviño no quiso referirse a García Tudela porque un compañero de la Comisaría del Distrito Norte de Granada, donde el homenajeado trabajaba, lo iba a hacer con más detalles. Ese compañero recordó cómo dos días antes de partir para Kabul, "Jorge nos llamó a todos, uno por uno, para hablar con nosotros, sin saber que de alguna manera se estaba despidiendo de todos". "Vuestro marido y padre era una gran persona y un gran ejemplo para nosotros", dijo dirigiéndose a la familia de Jorge.

Enrique Ruiz Molero, director general del Servicio Exterior, habló del ejercicio de defender las embajadas, que "no es labor fácil por estar lejos de la familia y a veces en un ambiente hostil". Por eso había que reconocer la tarea de estos policías.

Gema, la viuda de Jorge, recogió la encomienda de número de la Orden Civil, el documento que acredita su ascenso y los galones de inspector. Después, con una lombriz de emoción en su garganta, aprovechó la ocasión para darle las gracias a familiares, amigos, vecinos de Monachil y compañeros de Jorge por ayudarle a "superar el golpe más duro" que le había dado la vida. Agradeció a la Policía Nacional y a la Asociación de Víctimas del Terrorismo su apoyo y citó la parte de una carta que había recibido de un niño de trece años: "No permitas que nadie se alimente de tu odio porque de eso se alimentan los monstruos".

Intervino después el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, quien dijo que Jorge García, como había escrito su hermano, "no había muerto por las balas o por las explosiones, murió por defender los valores en los que creía: su familia, su trabajo y una patria en libertad y justicia".

El director de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, fue el último en hablar para decir que el sueño de Jorge de llegar a ser inspector se había cumplido, "porque los terroristas no pueden impedir que se cumplan los sueños de aquellos a los que matan". Afirmó que Jorge había entrado en el "memorial de los héroes por haber muerto defendiendo los intereses de España en un país tan lejano". Recordó también el compromiso de la Policía en seguir luchando contra el terrorismo, esté donde esté.

La familia también recibió un libro por parte del embajador de Afganistán en España como agradecimiento en nombre del pueblo afgano, "tan martirizado por la guerra y el terrorismo y cuya seguridad y libertad también estaba defendiendo" el policía granadino cuando murió, señaló el director general de la Policía.

El himno de España con todos los asistentes en pie fue la puntada final en un acto que se había cosido con el recuerdo constante a Jorge García Tudela, el 'héroe de Kabul'.

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