Política

Las vacunas del coronavirus: una dosis de munición para luchar contra tu adversario político en Granada

  • El exdelegado de Educación acusa a la actual titular de "cese ilegal" de un funcionario por vacunarse como docente sin estar ejerciendo

  • También carga contra el consejero por "beneficiar" a una empresa privada

  • La Delegación defiende que la citación del funcionario fue por una "desactualización de datos" y que en cuanto se tuvo conocimiento se le devolvió al centro docente donde tiene su plaza

El consejero de Educación, Javier Imbroda, y la delegada del ramo en Granada, Ana Berrocal.

El consejero de Educación, Javier Imbroda, y la delegada del ramo en Granada, Ana Berrocal. / G. H.

Hay quien dice que en el amor y en la guerra todo vale, pero lo cierto es que cuando el escritor y poeta Charles Bukowski (1920-1994) acuñó esta cita añadió: "En el amor y la guerra todo se vale, menos arrastrarse. En la guerra se muere de pie y en el amor se dice adiós con dignidad". Al igual que Bukowski hizo sus matices, esta frase tiene otros muchos. Sin embargo, el significado más generalizado de la misma es "que el fin justifica los medios". Para hacerlo valer, a día de hoy, el medio parece haberse convertido en un asunto que está a la orden del día: la vacuna contra el coronavirus. Y ya no solo para denunciar o señalar la gestión sobre la misma, sino también para ir a por los adversarios políticos. Algo así habría ocurrido en la Delegación de Educación de Granada, donde la vacuna puesta a un funcionario a destiempo y su cese por ello se ha convertido en una dosis de munición contra la delegada, Ana Berrocal, e incluso el consejero Javier Imbroda por parte del antecesor en el cargo que ahora ocupa Berrocal.

"Motivos personales" fue lo que alegó Antonio Jesús Castillo en enero de 2020 para anunciar que dejaba su cargo como delegado de Educación en Granada, todo ello después de que estallase la polémica por la gestión de los colegios rurales (la posible eliminación de los llamados Semi D -centros en los que se imparte desde infantil hasta el primer ciclo de Secundaria-) y de que el consejero, Javier Imbroda, volviera a poner en la picota a su delegado territorial por la gestión de la información. Y es que en apenas un año, Castillo ya había protagonizado alguna que otra crisis, como la de abril de 2019 en la que acusó a la familia de un menor con discapacidad de querer "chantajear con un niño en una situación dramática.(...)" y de "utilizar la pena de un niño para vivir de él", cuando el menor requería de personal sanitario para su atención en el centro educativo.

Tras su salida (o invitación a irse), Imbroda nombró como nueva delegada de Educación a Ana Berrocal, una funcionaria de carrera del Cuerpo de Inspectores de Educación de la Junta de Andalucía desde 2012, que entonces desarrollaba su labor en la Secretaría General de Educación y Formación Profesional de la Consejería de Educación y Deporte, y que ahora ha pasado a ubicarse en el centro de la diana de la guerra interna que se abrió hace un año entre el exdelegado y el consejero y el motivo ha sido el cese de uno de los asesores de la Delegación por haberse vacunado sin que le tocase.

Como se sabe, durante las últimas semanas se ha ido citando a los docentes para vacunarlos. Así había sido dispuesto por la Consejería y así se iba haciendo desde la Delegación. Sin embargo, en esas citaciones se incluyeron a docentes que ahora mismo no se encuentra en docencia directa. Es decir, maestros y profesores que, pese a tener asignada su plaza, se encuentran desempeñando otras labores como ha sido el caso de uno de los funcionarios de la Delegación que, tras acudir a vacunarse, fue cesado.

Al preguntar por este asunto, desde la Delegación se comunicó a Granada Hoy que "la vacunación de este funcionario obedece a una desactualización de los datos de los listados, dado que figuraba como profesor en su centro educativo y no como personal docente adscrito de la Delegación". Esto motivó a que, "siguiendo el criterio de ejemplaridad debida, cuando la Delegación tuvo conocimiento del caso de forma inmediata procedió a la reincorporación de este funcionario al centro educativo en el que prestaba servicio en origen, dado que el colectivo docente de los centros educativos sí goza de prioridad en la vacunación", una decisión con la que "estuvo de acuerdo el funcionario en todo momento", según Delegación.

Este docente, afiliado a Ciudadanos, formó parte del equipo del exdelegado Antonio Castillo, quien ha tildado de "ilegal" el cese y de "persecución política", ya que, según denuncia, "también citó (...) a otros funcionarios docentes destinados en su Delegación y otros docentes que no estándolo en docencia directa en este curso escolar", entre ellos "alcaldes, concejales, diputados, sindicalistas etc., y a ninguno de ellos se les ha abierto ningún expediente disciplinario, ni se les ha cesado al no haber cometido ninguna ilegalidad y siguen en sus puestos".

Ante ello, Castillo denunció que "la delegada ha seguido la misma línea marcada por el consejero de eliminar cualquier vestigio de afiliados de Ciudadanos de la Delegación", una afirmación que llega justo cuando el partido naranja se encuentra sumido en una crisis interna tras las fugas de afiliados y excargos a otros partidos, como Fran Hervías, y en mitad de la polémica local del famoso 2+2 de la Alcaldía de Granada.

Pero, además, Castillo también carga contra el consejero Imbroda al que acusa de beneficiar a una empresa privada de Formación Profesional –el Instituto Medac– del que fue fundador, hecho por el que lo habría denunciado ante la Comisión de Régimen Disciplinario Nacional de Ciudadanos, según ha desvelado ahora. Otro asunto más que se incluye en la carpeta de polémicas en torno a Cs, la cual últimamente no deja de aumentar su grosor y sin que parezca haber vacuna que frene su avance.

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