Se consiguió, con más esfuerzo que en Albania y sudando más, pero el Granada CF pudo obtener el pase a la tercera y última ronda previa de Europa League antes de la fase de grupos. Los rojiblancos siguieron con la velocidad de crucero puesta y pudieron vencer con cierta comodidad por 2-0 al Lokomotive Tbilisi, dominando el encuentro casi en su totalidad.

No paran los de Diego Martínez, que ya suman cuatro victorias en cuatro encuentros, anotando un total de 10 goles a favor, lo que promedia 2,5 cada encuentro y solo un tanto en contra, lo que da de media un efímero 0,25 por cada partido. Todo ello, hace que se encuentren en esta última ronda de Liga Europa y sean líderes de LaLiga Santander, algo que tendrán que defender este fin de semana ante el Atlético de Madrid, en el debut liguero de los colchoneros.

Un rival mejor plantado

Los primeros compases contra el club georgiano no fueron los mismos que contra el FK Teuta. En la primera ronda la fluidez del comienzo fue mucho mejor y la exigencia defensiva del rival fue notablemente peor. De ahí, que en la primera media hora ganaban por 0-3 al conjunto albano y en el choque de este jueves, en ese mismo minuto el resultado era el mismo que al comienzo, empate a cero.

Los de la capital de Georgia quisieron comenzar con posesión y control del juego, consiguiéndolo en los primeros cinco minutos, pero no fue a más, ya que los locales comenzaron a imponerse y obligaron al rival a encerrarse atrás, intentando aguantar el empate y sorprender en alguna contra. No fue así, pero la salida del balón del Tbilisi gozaba de cierta calidad e idea de juego. Lo intentaron, pero se quedaron en el camino.

Rotaciones

Parece que Diego Martínez tiene claro el dibujo en su cabeza y va moviendo piezas como si de un tablero de ajedrez se tratase. El equipo se encuentra tan compacto que las rotaciones no se notan, los jugadores tienen un nivel tan parejo, salvando ciertas diferencias, que parece que no ha cambiado uno por otro.

Víctor Díaz, Germán, Montoro y Kenedy fueron las novedades en el once titular, moviendo cuatro piezas, pero sin trastocar el dibujo. Foulquier, Duarte, Yangel y Puertas fueron los que no salieron desde la partida en esta ocasión. Todo funcionó a la perfección y parece que Diego ha dado con la tecla a la hora de rotar.

Machís celebra el primer tanto del Granada CF contra el Lokomotive Tbilisi

Los intocables siguen siendo intocables

La apuesta desde el banquillo por algunos jugadores es bien conocida y estos responden sobre el césped. Rui Silva y Carlos Neva siguen jugándolo absolutamente todo y ya suman 360 minutos en sus botas, es decir, todo lo que ha jugado el Granada CF. En portería quizás sea algo normal y sabiendo lo que se juega, Diego no pretende arriesgar, por lo que sigue confiando en el portugués. Pero en una posición tan sufrida como la de lateral, el de El Puerto de Santa María sigue incombustible y cuajando buenas actuaciones. Aún no cuenta con recambio, por lo que seguirá en esta línea.

Tras ellos, Roberto Soldado, es el único, junto con los ya mencionados, que ha sido titular en los cuatro encuentros, aunque lo han sustituido en todos ellos, por lo que no ha completado ninguno de los envites.

Reparto amplio de goles

En la segunda ronda previa europea disputada por el Granada CF, tercera de la competición, un jugador más de la plantilla se sumó a la lista de goleadores de la plantilla. Fue Jorge Molina, que vio puerta por primera vez con la elástica del equipo nazarí. Surgió con el tiempo cumplido, en el descuento, cuando un rechace del guardameta le cayó a él y consiguió cruzarla para que acabara en la escuadra opuesta.

El inicio de campaña ha dejado a más de un goleador, de hecho, los diez tantos anotados hasta el momento entre las dos competiciones se reparten entre seis futbolistas, por lo que el reparto está siendo bastante amplio. El pichichi es Yangel Herrera, que suma tres goles en tres partidos, sin entrar en acción en el del pasado jueves. Soldado ha materializado dos, uno en Liga y otro en Europa League, lo mismo que Darwin Machís, que abrió la lata con ese zarpazo que no pudo rozar el portero georgiano. Por su parte, un tanto han cosechado Kenedy, Luis Milla y el propio Molina.