Resultado Nástic-Granada CF

El Granada se encomienda una vez más a Pozo para ganar al Nástic de Tarragona (0-1)

  • Un tanto del extremo sevillano le da tres nuevos puntos a los de Diego Martínez

  • Los rojiblancos vuelven a ocupar la primera plaza tras el empate del Deportivo ante el Numancia

Antonio Puertas fue el jugador del Granada CF que más corrió ante el Nástic.

Antonio Puertas fue el jugador del Granada CF que más corrió ante el Nástic. / Agencia LOF

Al término del choque ante el Sporting, gran parte de las voces de la derrota iban dirigidas al colegiado riojano Ocón Arráiz por sus decisiones, entre ellas, el tanto anulado a Adrián Ramos en la recta final. En el duelo de este sábado, el vasco Sagués Oscoz se equivocó a favor de los rojiblancos, que lograron su segundo triunfo consecutivo a domicilio, pero ya esas voces no son tantas para reconocer que la labor arbitral fue favorable para los de Diego Martínez, que no hicieron su mejor partido pero que ya suman 34 puntos en la tabla y son líderes a la espera de lo que haga hoy el Alcorcón.

Y lo hicieron gracias a un tanto de Alejandro Pozo, uno más, que de los cuatro que ha anotado tres de ellos han supuesto nueve puntos. Un jugador que está siendo decisivo y que ya es el segundo máximo goleador de los rojiblancos.

Sin diferencias

LaLiga 1|2|3 demuestra cada semana que las diferencias entre el primer clasificado y el segundo no son tantas y ayer fue un claro ejemplo. La jornada terminó con el Nástic como colista y el Granada CF como líder pero el que vio el partido no apreció tanta diferencia entre ambos equipos. Y no lo pudo ver porque los de Martín Monreal, pese a sus limitaciones, pusieron mucha intensidad realizando un fútbol muy directo en busca de Manu Barreiro y jugar a partir de las dejadas del espigado capitán tarraconense.

Ángel Montoro toca el cuero en corto ante la presencia del ex rojiblanco Javi Márquez. Ángel Montoro toca el cuero en corto ante la presencia del ex rojiblanco Javi Márquez.

Ángel Montoro toca el cuero en corto ante la presencia del ex rojiblanco Javi Márquez. / Agencia LOF

No fue un encuentro con muchas ocasiones sobre todo por parte de los visitantes, pero se pudieron ver los distintos registros que los de Martínez manejan cuando el rival no les deja mover el cuero con soltura de medio campo hacia adelante. La presión de los locales impidió que Montoro, la brújula granadinista, estuviera cómodo y por ahí comenzaron los problemas de los ayer vestidos de gris para generar peligro.

El factor Pozo

Por tanto, el arma era buscar la velocidad de Pozo para montar los ataques porque, en estático, los espacios eran escasos ante la intensidad que mostró el colista de la categoría. Vadillo apenas aparecía y Puertas, que trabajó mucho, fue objeto de numerosas faltas cada vez que entraba en contacto con el cuero.

Los rojiblancos se vieron beneficiados por la actuación arbitral de Sagués Oscoz que anuló dos goles y no señaló un penalti

Pero era Pozo el que cada vez que había algo destacable en el área de Bernabé aparecía. Lo hizo en el minuto 5, en el 13', en el 14' y en el 23'. Sin embargo, fue a once minutos del descanso cuando explotó su mejor arma. El sevillano, que es una bala, le puso el turbo a sus piernas y tras una acción ofensiva local con centro lateral que despejó San Emeterio, tocó de primeras en campo propio para Álvaro Vadillo, que condujo una contra que muchos entrenadores de cantera querrán mostrar a sus jugadores por la perfección de ésta.

El gaditano avanzó con el cuero esperando que el de Huévar del Aljarafe lo superara en velocidad, algo que le costó poco, y tras fijar a su par cedió a la derecha para que el futbolista cedido por el Sevilla FC cruzara ante la salida de Bernabé. Un tanto que se celebró a lo grande en el banquillo granadino pues cuando los de Martínez se adelantan en el marcador es tal la confianza que tienen a día de hoy que a los rivales les cuesta mucho remontarles.

¿Penalti?

El choque pudo cambiar antes del descanso si Sagués Oscoz hubiera señalado un penalti de Germán por manos a disparo de Barreiro. En descargo del central gaditano hay que decir que, con el reglamento en la mano, el cuero le da tras rechazar antes en su pierna, pero en directo pareció penalti y lo pudo pitar perfectamente. No fue así y el choque se fue al descanso con ventaja en el marcador de un Granada CF que volvió a dejar su portería a cero antes del descanso.

Mal arranque

Sin embargo, el paso por vestuarios no le sentó nada bien al actual líder de la categoría. Arrancó bien con una falta lateral botada por Montoro a cuyo centro no pudieron llegar ni Germán ni Martínez. Y ahí terminó el bagaje ofensivo de los de Diego en el choque. Fue así porque el Nástic le puso un punto más de intensidad a su juego, encerrando a su rival en su campo que, aunque no sufrió en exceso, sí vio como los centros al área fueron constantes sobre todo por medio de centros desde los flancos con destino a Barreiro.

Seis llegadas en quince minutos dejaron claro que el dominador en esa fase del duelo eran los rojillos, que con Coris y Del Moral por ambas bandas bien ayudados por Salva en la derecha, insistieron sin conseguir frutos. Tocaba ponerse el mono de trabajo y ahí el Granada CF de este año marca diferencias. San Emeterio comenzó a multiplicarse, Puertas ayudó y mucho al centro del campo desde la media punta (casi llegó a los doce kilómetros recorridos, el que más corrió de su equipo) y Pozo era el estilete en caso de contra. Aunque eso sí, faltó asustar a los de Enrique Martín que, poco a poco, fueron adelantando líneas y más con la entrada de los ex rojiblancos Uche y Luis Suárez, que pasó por el filial en la época de Gino Pozzo.

Muy mejorable

La segunda mitad era muy mejorable, pero el objetivo era mantener la ventaja como finalmente ocurrió. Y para ello entró Alberto Martín, que selló los pasillos interiores junto a 'Saneme'. Pero en cualquier jugada con un envío al área el Nástic pudo empatar y a punto estuvo de hacerlo. Primero fue Uche a centro de Omar Perdomo. El nigeriano se adelantó a Germán pero su remate de cabeza se marchó a la derecha del palo de Rui Silva. Aunque más clara fue la que tuvieron los catalanes a cuatro minutos del final en una acción en la que el colegiado se dejó asesorar por el asistente que tomó una mala decisión.

Beneficiado

Un centro lateral hacia Barreiro fue rematado por el capitán tarraconense pero se encontró con Rui Silva, que despejó con la manopla. El cuero le llegó a Uche que, a puerta vacía, batió al guardameta portugués que en ese segundo disparo ya se paró al ver al línea con el banderín levantado. Sin embargo, Alejandro Pozo rompía el fuera de juego, por lo que el tanto era válido. Se benefició en esta ocasión al Granada CF. Por fin, dirán muchos. La balanza comienza a equilibrarse dirán otros. Lo que está claro es que se ganó gracias a un solitario tanto de un jugador que cada vez que lo hace valen tres puntos. Un Pozo que es una mina. Que siga la racha.

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