El fútbol volvió a Los Cármenes con el Trofeo Ciudad de Granada. El conjunto de Diego Martínez volvió a jugar ante su afición por primera vez tras el final de la pasada temporada en la Liga 1|2|3. El estadio rojiblanco registró una entrada de unos 11.000 espectadores con su nuevo aspecto todavía por concretar, pues aún faltan asientos por pintar.

A más de una hora para comenzar el encuentro ya se respiraba fútbol en los aledaños del templo granadinista. Numerosos seguidores se acercaron a la recién inaugurada tienda del club en la previa del duelo andaluz. Hubo colas en las taquillas hasta poco antes de arrancar el partido para los más rezagados.

Los futbolistas recibieron su primera ovación nada más saltar al calentar. La grada empezó a poblarse antes de lo habitual para recibir a su equipo. La entidad preparó una presentación sin precedentes para todo los componentes del Granada CF.

Reconocimiento al míster

Diego Martínez, el más aclamado

Futbolistas, equipo médico y preparadores del cuerpo técnico de Diego Martínez fueron recibidos por un pasillo formado por miembros de la Grada 1931 con banderas rojiblancas. El speaker del club fue presentando a todos los integrantes del equipo, que recibieron una sonora ovación de una afición que está entregada a su equipo en la cuenta atrás para el debut en la Liga Santander.

El recibimiento más atroz fue para Diego Martínez. El entrenador gallego fue el último en ser presentado. Cuando el técnico saltó al terreno de juego Los Cármenes aplaudió a rabiar a su entrenador, que es por derecho el adalid del proyecto después de devolver al club a la élite del fútbol español.

Una vez terminado el recibimiento sólo quedaba el fútbol, pero al inicio del encuentro le antecede siempre un momento mágico: el himno del Granada. Los Cármenes volvió a entonar su voz de forma coral para cantar el himno granadinista.

Tras arrancar el duelo andaluz la afición rojiblanca demostró que sin necesidad de hacer pretemporada está más que preparada para la Primera División. Cada acercamiento a la portería rival de los pupilos de Diego Martínez hacía subir la temperatura. Las ocasiones más claras empezaron a llegar en el inicio de la segunda parte y la grada se enchufó con mucha fuerza.

La afición vibró con los goles del Granada

Cada acción de esfuerzo de los jugadores era vitoreada, y cada decisión dudosa del colegiado pitada, pues una grada no entiende de amistosos. Los Cármenes explotó con el gol de Germán y más aún con el de Adrián Ramos con el partido ya agonizando.

La afición disfrutó de una gran segunda parte de sus jugadores y ya cuenta los días con fervor para el primer partido liguero en casa, que será precisamente ante el Sevilla.