Villarreal-Granada CF | La pizarra

El Granada es un equipo sin ideas, peligro, orden ni capacidad para asustar al Villarreal

Pellistri fue de los pocos que tuvo cierto peligro en La Cerámica.

Pellistri fue de los pocos que tuvo cierto peligro en La Cerámica. / Agencia LOF (Villarreal)

Una vez más, la imagen que ofreció el Granada CF en un partido de Primera División distó mucho del nivel competitivo que se exige en la élite del fútbol español. Esta vez fue en Villarreal, donde los rojiblancos naufragaron en todo momento, siendo goleados y dando un paso más hacia Segunda.

Comentó el director deportivo Matteo Tognozzi en el desayuno para hacer balance del mercado invernal de fichajes que los futbolistas que llegaron en enero iban a adaptarse rápido y estaban rindiendo desde el primer día. Pero el tiempo está dejando claro que no todas las incorporaciones están para salir de inicio, sea por falta de calidad o por su estado físico. Cuando se conoció el once inicial del técnico uruguayo, tan sólo fueron titulares cuatro de las diez nuevas piezas (Augusto Batalla, Kamil Piatkowski, Martin Hongla y Facundo Pellistri).

Viendo el equipo, quedaba por conocer la posición de Hongla, que tuvo un susto en el calentamiento la torcerse el tobillo pero, finalmente, pudo jugar. Dependiendo de su ubicación, Gonzalo Villar jugaría partiendo de banda pero asociándose por el centro, o bien junto a Sergio Ruiz en la sala de máquinas. Y la duda quedó resuelta nada más iniciarse el choque. El ‘Cacique’, que ya en la previa avisó que la idea era jugar como en el Estadio Olímpico Lluís Companys, utilizó el mismo dibujo en La Cerámica con defensa impar.

Pobre imagen

Sin embargo, los rojiblancos ni mucho menos ofrecieron la misma imagen. Todo lo contrario. Al igual que sucedió en el choque de la primera vuelta disputado en el Estadio Nuevo Los Cármenes, los castellonenses fueron los amos y señores del choque y, en poco más de media hora, le endosaron tres goles a un equipo que no tiene alma, que tiene muy complicado salvarse y al que los refuerzos, tanto en el banquillo como sobre el terreno de juego, no están solucionando nada.

El posicionamiento

Con línea de tres centrales y dos carrileros, el Granada CF sufrió mucho. Sobre todo cuando Traoré entró en contacto con el esférico. Cada vez que encaró a Carlos Neva generó problemas. El gaditano reculó en exceso y así facilitó mucho el trabajo al extremo amarillo. Y eso que a los 25 segundos Uzuni avisó a Pepe Reina. Pero fue un espejismo. Desde entonces, los de Medina quedaron a merced de los locales.

Un coladero

Y fruto de ese dominio llegó el primer tanto en una cadena de errores defensivos marca de la casa. Fue demasiado pronto, a los siete minutos, en un gol que vino precedido de un remate al larguero de Gerard Moreno pero que terminó por alojar en el fondo de las mallas de Batalla el noruego Alexander Sorloth. El espigado ariete tuvo todo el tiempo del mundo para recoger el rechace del palo, controlar y batir al portero argentino. Y mientras tanto, la zaga visitante mirando.

Tímidos

La reacción llegó siete minutos después con un disparo de Lucas Boyé, que regresó a la titularidad tras una gran dejada de Uzuni, pero no encontró portería. Ricard y Neva, cuando los del ‘Cacique’ se estiraron, que no fueron muchas veces, quisieron darle profundidad a sus bandas pero había que volver, y ahí sufrió el Granada CF. En el 19’ de nuevo Traore percutió por la derecha, Neva reculó y su pase a Parejo, que llegó desde atrás sin marca, permitió a Sorloth dejar encarrilado el choque con un remate a placer en el segundo palo tras un nuevo error en la marca.

Sentencia

Y para completar unos primeros horrendos 32 minutos iniciales, un saque de esquina botado al primer palo fue rematado por Capoue sin saltar al primer palo y eso que había muchos futbolistas rodeándole pero con poca intensidad. Un contundente 3-0 que dejó claro que este equipo tiene pie y medio en Segunda División y no desde hace poco. Su escaso bagaje ofensivo, sus problemas atrás, la distancia entre líneas...eran demasiados argumentos negativos como para sumar en La Cerámica. Pero esa es la tónica de los rojiblancos esta campaña. Con esa distancia en el marcador, los locales se relajaron. Dieron un paso atrás, y durmieron el partido en el último cuarto de hora del primer acto ante un rival que no hizo ni cosquillas en el área del campeón del mundo Pepe Reina.

Más de lo mismo

Pero si mala fue la primera mitad, nada más reanudarse el choque, los de Marcelino García Toral marcaron por medio de Guedes dejando al sistema defensivo de los rojiblancos en evidencia una vez más. El choque se iba a hacer eterno al Granada CF. Desde el banquillo se siguió sin reaccionar. Se ve que se estaba conforme con lo que estaban viendo. O directamente, Alexander Medina no confía en lo que tiene en su plantilla y los nuevos fichajes.

Cambio de dibujo

Se vio un equipo plano, desesperado por momentos, mal ordenado y con dificultades para contrarrestar el potencia de un Villarreal que vivió plácido. No fue hasta el minuto 62 cuando entraron al terreno de juego Theo Corbeanu y Bruno Méndez por Piatkowski y Hongla. Se pasó así a jugar un 1-4-4-2 al igual que el Villarreal, con Uzuni junto a Boyé y Pellistri y el extremo de origen rumano en bandas. Pero todo siguió igual...o peor. Pues de nuevo a balón parado, tras un córner, Sorloth hizo el tercero libre de marca al segundo palo de cabeza en un nuevo error en la marca, esta vez de Ignasi Miquel.

Gol del honor

Hat-trick del noruego y ‘manita’ para vergüenza de los que se desplazaron a tierras levantinas y los que vieron a su equipo por televisión. Los cambios, como era previsible, no aportaron nada salvo Corbeanu, que anotó el tanto el honor en la recta final. Tampoco iban a cambiar la dinámica de un partido que tan sólo duró 32 minutos. Y la afición se pregunta: “¿Y ahora qué?”.

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