Élia Bastida, violinista

Èlia Bastida: “Tocar con Scott Hamilton es un regalo que siempre agradezco infinitamente"

Èlia Bastida junto a Scott Hamilton.

Èlia Bastida junto a Scott Hamilton.

El sábado 4, segundo día del programa central del Festival de Jazz de Granada, es el turno para una de las formaciones más interesantes del festival. Procedente de la escuela catalana de la Big Band que dirige Joan Chamorro, que le acompaña en esta sesión, Èlia Bastida es de esas generaciones de jóvenes intérpretes que demuestran que el jazz está más vivo que nunca. Empezó a tocar el violín casi con el nuevo siglo, en 1999, y también es saxofonista tenor y cantante. Ha participado en más de 40 discos, protagonizando cinco de ellos, además de publicar su propio método de aprendizaje, basado en la atenta escucha y la transcripción de los grandes maestros. Y le acompaña una leyenda, como es el saxofonista Scott Hamilton, un grande que llegó a tocar en la orquesta de Benny Goodman, revisando décadas después la sonoridad más clásica, previa a Parker o a Coltrane. En ese diálogo intergeneracional se pueden escuchar los ecos de lo que siempre ha sido y parece seguir siendo el jazz.

-¿Llevar el violín al jazz sigue siendo remar a contracorriente? La inercia clásica pesa quizá demasiado en el instrumento…

-Yo no me siento como si estuviera contra corriente, no lo veo como una cosa costosa, pero sí que se trata de un instrumento poco explorado en el jazz. Eso crea curiosidad y, puntualmente, a veces, hay quien se extraña. La verdad es que me gusta mucho ver cómo gente que no está acostumbrada, pueden descubrir a través de mí una sonoridad nueva que les puede apasionar y sorprender gratamente. Al inicio me encontré personas que no entendían por qué me quería dedicar al jazz, estando yo tan focalizada en el clásico. Lo veían como algo "menor", pero la verdad es que el mundo del jazz nunca termina. La improvisación necesita muchísimas horas de dedicación y de pasión, y yo me enamoré de esta música, por lo que no me importaron demasiado esas opiniones y seguí mi camino. Nunca he dejado el clásico, que forma parte de mi estudio como violinista que soy.

-¿Hay sonoridades distintas del violín en el jazz o los ecos de Stéphane Grappelli y Joe Venuti siempre resuenan?

-Hay bastantes más violinistas de los que se conocen. En mi metodología Swing with Your Violin hice un pequeño estudio y se puede observar la variedad de estilos y épocas de cada uno. Aun así, en comparación con los otros instrumentos son muy pocas las referencias. Los músicos más conocidos, como Grappelli, Venuti, Smith, ...siempre están en primera fila y son una influencia muy buena.

-La escuela de Joan Chamorro ha entrado ya en la historia. ¿Cuál es el siguiente paso en esta generación de músicos de jazz?

-La Sant Andreu Jazz Band fue una gran suerte para mí y creo que para todos los que hemos formado parte, una catapulta al mundo de las grabaciones, los conciertos, miles de experiencias. ¡Realmente un regalo! De esta Big Band están saliendo, cada vez, músicos más jóvenes y con una dedicación increíble al jazz, cosa que hace cambiar el panorama jazzístico del país y, en general, la formación musical, ya que acaban siendo inspiración para muchos jóvenes del mundo.

-¿Pureza y origen o experimentación e hibridación? ¿Cuál es el camino para los próximos años?

-Lo que quiero hacer es continuar fluyendo con proyectos que me apetecen y que son honestos con mi forma de ser. Ver la vida y la música. Lo que puedo anunciar de mi próximo proyecto es que va sobre hacer un retrato de lo que soy yo como músico en global, como violinista, saxofonista y cantante, con los distintos estilos que toco, siempre partiendo del jazz como lenguaje principal.

-Toca con Scott Hamilton, uno de los grandes que tocó con los grandes, ¿es como ver por dentro el firmamento del jazz?

-Tocar con Scott es un regalo que siempre agradezco infinitamente. Me inspira musical y personalmente y, como dices, es un referente histórico del jazz ¿Qué más puedo pedir? En el escenario, con él me siento muy cómoda, libre e inspirada, y hace que sea realmente muy fácil trabajar con él.

-¿Qué van a escuchar las personas que asistan al concierto en Granada?

-Vamos a hacer un concierto muy variado, con mucho swing, pero también algún tema brasileño. Podrán escuchar este bonito diálogo que se crea entre el saxo de Scott y mi violín, y donde Josep Traver y Joan Chamorro nos acompañan con toda su elegancia musical. Tenemos muchas ganas de este concierto. A mí, particularmente, me hace muchísima ilusión tocar en Granada, ¡una ciudad que me encanta y con la que comparto un vínculo especial!

-¿Algún consejo para otros jóvenes que se dedican al jazz o se están formando para ello? ¿Hay posibilidades?

-Les diría que hagan eso que les apasiona, que trabajen con muchas ganas y que no dejen de soñar nunca. Sí que hay posibilidades, pero como todo, depende de lo que uno se lo trabaje y también de la suerte, de estar en el lugar correcto en el momento correcto supongo..., ¡no lo sé! ¡Pero creo que cuando haces las cosas con persistencia y amor todo va mejor!

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