Después de que ayer hiciera lo propio Kiko Veneno acompañado por Raül Fernández Refree, le llega el turno a Sidonie, que con el mismo procedimiento de regalar entradas por la compra de libros, han agotado el aforo del Teatro Isabel la Católica, donde actúan esta noche a partir de las diez. Los catalanes siempre han sido de los predilectos del público granadino desde que en2001 reventaran Planta Baja en su primera visita, se convirtieran en el grupo revelación del año y los promotores locales perdieran hasta la peluca buscando a su mánager. Entonces fueron la sensación psicodélica y aún cantaban en inglés mientras que ahora, esta misma semana, son las estrellas de la red. Hace unos días el trío tomaba un avión de Ryanair y, algo descontentos con el trato dispensado, decidieron plasmar su malestar improvisando una cancioncilla no muy conciliadora con la aerolínea irlandesa que cantaron a acompañados por una sencillo ukelele mientras recorrían el pasillo del aparato. Grabado por sus asistentes, lo colgaron en su Facebook y en cuestión de días el vídeo se convertía en viral y la prensa de medio mundo se hacía eco de la broma. "Es un poco dramático que un tema compuesto en medio minuto con tres acordes y desafinado sea la canción más conocida de Sidonie en el mundo, pero así es" declaraba entre resignado e irónico su cantante Marc Ros el pasado jueves en un medio de tirada nacional. El grupo se encuentra, tras los festivales veraniegos y un extenso tour mexicano, en plena gira de presentación de su último álbum Sierra y Canadá (Sony, 2014), que los mantendrá ocupados hasta bien entrado el otoño. A la espera de que estrenen en los próximos días sus nuevos vídeos Estáis aquí y Un día de mierda (que hasta donde se sabe no guarda relación con su anécdota con Ryanair), desconocemos si en su repertorio de hoy habrá cabida para una versión extendida del tema dedicado a la compañía aérea. Conociendo a la banda y a Michael O'Leary, dueño de la empresa, mejor sería no descartar nada.