Bloguero de arrabal

Pablo Alcázar

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Cultura noctámbula

La alta cultura se ha exiliado, o se ha refugiado, en los programas de madrugada de las emisoras de radio

La alta cultura se ha mudado a los programas de madrugada de las radios, donde compite con deportes, rosarios, extraterrestres y bromistas. No sé muy bien qué es la 'alta cultura', y si sirve para paliar los males de la humanidad o para incrementarlos. Barrio Sésamo me diría que la gran cultura está arriba y que abajo está lo que se llamaba antes subcultura y que ahora inunda las redes. La subcultura sí imagino lo que es: todo aquello que se les ha escapado a los gurús culturales de las manos, que ya sólo controlan en pequeños círculos endogámicos en los que se echan pelos unos a otros a ver quién sabe más, en su lucha por puestos y fielatos. Umberto Eco, un capo de la alta cultura, dijo que, gracias al internet, la voz del idiota se oía tanto como la de un Nobel. Los viejos cenáculos culturales disponían de unos filtros para expulsar a los idiotas o para dejarlos entrar, si pagaban el portazgo. Una entrevista de ABC al nieto de Ortega y Gasset me ha puesto sobre la pista de lo que quizá sea la alta cultura: cuenta José Valera Ortega que su abuelo era muy cariñosos con los nietos, a los que permitía todo tipo de preguntas. Mi hijo también me hacía muchas preguntas de chico. Un día lo grabé haciéndome hasta 19 preguntas seguidas. Por los 70, los padres comenzábamos a ser guais y habíamos prescindido de la regla y de la alpargata. Si se nos escapaba alguna colleja era para frenar la nerviosidad del niño. Compresivos a tope, sobre todo, cuando nos grabábamos en una casete para la posteridad, contestábamos, pacientes, a todas las preguntas del chiquillo. Valera Ortega declara que él no hacía preguntas a su abuelo, que "se las formulaba". En eso estriba la diferencia entre la cultura vulgar y la excelsa: en usar palabras de gama alta desde niño. "Formular", nada de preguntar. Pues todo eso está ahora en los programas nocturnos de las radios. Si padeces de insomnio, puedes muy bien sacarte un máster en los presocráticos o en neurociencia. En Un Libro Una Hora de la Ser, te destripan un clásico. La pasada semana le tocó a La dama de las camelias de Dumas. ¡Qué idea! Cuando no quiera escribir de elecciones, gotas frías, infanticidios, y de esas cosas que tanto reconfortan al público, haré spoiler de los romances más bonitos. Pienso empezar con La mora cautiva. Lo prometo.

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