Cambia, todo cambia

Especulación

El Gobierno andaluz lleva más de 10 años mareándonos con diferentes propuestas de Plan Especial de la Vega de Granada

Los supermercados de la Padania venden arroz comercializado colectivamente por quienes lo producen en el Parque Agrario del Sur de Milán (creado en 1990). Algo más cerca, el Parque Agrario del Baix Llobregat (fundado en 2003) promociona la venta de sus productos con una marca de calidad que fomenta su presencia en los restaurantes catalanes, donde las alcachofas locales son muy valoradas. Lo que se produce en la Huerta de Valencia se puede vender en mercados semanales organizados por el Ayuntamiento de la ciudad que además facilita su comercialización y su transformación en las instalaciones de Mercavalencia.

Aparte del apoyo a la venta en cercanía de la producción local, estos tres territorios tienen en común el haber aprobado planes específicos para la protección y la dinamización de sus espacios agrarios periurbanos.

La Vega de Granada atesora valores territoriales superiores a los de estos tres espacios, y esto no sólo lo decimos quienes amamos nuestra tierra, sino también numerosos estudios que demuestran la importancia histórica, cultural y ambiental de nuestro fértil valle.

Por eso, hace más de 20 años que muchas personas y colectivos de Granada reclamamos la creación de un Parque Agrario que proteja las áreas cultivadas y apoye a quienes labran estas tierras.

Sin embargo, ni la mayoría de los gobiernos locales, ni la Junta de Andalucía han apostado en ningún momento por nuestra Vega.

De hecho, el Gobierno andaluz lleva más de 10 años mareándonos con diferentes propuestas de Plan Especial de la Vega de Granada que sería la base para la creación del parque agrario. Pero, como siempre, para Granada todo siguen siendo promesas incumplidas, este plan nunca será aprobado en esta legislatura, y quedará otra vez en el cajón sin ninguna garantía de su desarrollo en la siguiente.

Mientras tanto, vuelven las presiones especulativas por el renacer del mercado inmobiliario, que en lugar de seguir ocupando la Vega debería centrarse en regenerar los barrios más degradados y en utilizar algunos de los solares que quedaron sin ocupar en la anterior burbuja.

Y lo que es peor: todos los días siguen desapareciendo explotaciones agrarias por la falta de relevo generacional. Sólo quienes venden sus productos en cercanía están en condiciones de garantizar el futuro de la Vega. Frente al desinterés de las instituciones, estas personas se están agrupando en cooperativas cada vez más potentes como www.valleyvega.org y en 2014 fundaron el Ecomercado, que a su edición mensual junto al Palacio de Congresos ha sumado este año una nueva cita el tercer sábado del mes junto a la Cámara de Comercio en el norte de la Ciudad. No se olviden de acudir.

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