La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

Madureando

Siendo oposición Sánchez vio delito de rebelión de los presos 'indepes'; de presidente, ya con gabinete y Falcon, no lo ve igual

Para las amenazas de nuestra democracia, demasiado desapercibido pasa ese vergonzoso paso que el doctor Sánchez dio desde el poder ejecutivo, presionando para reconsiderar los cargos del poder judicial para con los políticos presos catalanes.

Otra vergüenza más a la butxaca del doctor. Pedro Sánchez es un presidente que se rebela contra sí mismo casi a diario. Siendo oposición vio "claro delito de rebelión" de los presos y fugados indepes de la efímera DUI, aunque hoy, que es presidente con gabinete y Falcon, ya no lo ve igual. Cinco meses, sólo cinco, han pasado para desdecirse. Et voilá, un trono monclovita ocupado gracias a los enemigos de España, a quienes debe agradar para refugio de su soberbia y salvoconducto del presupuesto que le han devuelto con tachones desde Bruselas.

Imagino si Rajoy hubiese hecho similar reparo de las resoluciones o calificaciones judiciales cuando sus aposentos de centro derecha gobernaban España. Ni la prensa ferrerista, escolarista o libertaria, ni los partidos u opinante alguno de la zeja o del progreso, hubieran desaprovechado la intromisión para hacerle un traje de bombero a Mariano, de tantos fuegos como le habrían encendido. Pero ahora callan.

Se acerca así el PSOE de FraudePedro a indepes, comunistas y podemitas que piden, con descaro, sin sonrojo rojo, que la justicia se imparta a la carta y en beneficio de su política. Tal cual. Matando a Montesquieu sin ningún reparo, ni dolor alguno que acompañe el luto. Para que ellos sigan en el poder todo tiene justificación, nada es imposible. ¿Suena a bolivariano verdad? Es que lo es.

De la distinción y separación de poderes es de donde mana el progreso de la libertad que nos confiamos a partir de la soberanía popular. Si se confunden los que gobiernan entre quienes han de impartir justicia, se clarifica mucho más el camino autodestructivo que se cava para nuestra democracia.

Matan a Montesquieu, no por una cuestión de Estado; ni es una causa mayor (que no la hay) la que impone tal quiebro a la justicia. Es mantener el sillón de Pedro, su única ambición. Proponen que la justicia esté a disposición de la política; poner al poder judicial al servicio de sus intereses partidistas. Levantar la venda de la señora por su ojo izquierdo, aunque la ley se incumpla a dos manos. Madureando sin complejos.

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