Menosprecio al Parque de las Ciencias

El granadino tiene la sensación de que le están tomando el pelo en asuntos como los del museo, que ahora quieren relegar

El granadino se siente orgulloso de vivir en una ciudad que tiene un monumento de más de ocho siglos y que es único en el mundo. El granadino se siente orgulloso de tener una sierra que cuando está nevada inspira a pintores y poetas. El granadino se siente orgulloso de tener una Costa bañada por el Mediterráneo y comarcas como La Alpujarra en donde sus sentidos perciben que está en otro sitio que no es el común de su vida. Pero al granadino le da mucha rabia pensar que sea la Junta de Andalucía la que gestione aquello que le pertenece por historia y por su situación en el mapa. Al granadino le da mucha rabia de que casi todo el dinero que dan la Alhambra y Sierra Nevada se vaya para Sevilla. ¿No hay posibilidad de que sean los propios granadinos los dueños de lo que la historia le ha asignado?, ¿qué hacen las empresas y las instituciones locales para impedir que vengan los de fuera a llevarse la mayor parte de lo que nuestras propiedades producen? El granadino se hace todas esas preguntas a sabiendas de que las respuestas le harán brotar un sentimiento de injusticia. El granadino a veces también tiene la sensación de que le están tomando el pelo en asuntos como el Parque de las Ciencias, que ahora quieren relegar en beneficio de otro proyecto similar que ya tienen pensado para Málaga. Tras su inauguración en 1995, el Parque de las Ciencias nos ha dado muchas satisfacciones a los granadinos y últimamente muchos disgustos. La evolución del número de visitante en los primeros años fue tan espectacular que el museo se convirtió en un referente nacional e incluso europeo. Por entonces había una gestión democrática y había cierta independencia financiera y administrativa. Pero vino entonces la Junta con su política acaparadora y el proyecto empezó a hacer aguas. Las últimas apariciones en prensa nos hablan de dejadez de departamentos, de salas que no se renuevan, de jardines abandonados, de módulos que no funcionan… ¿Hasta qué punto es razonable que se intervenga desde Sevilla la actividad del Parque de las Ciencias? Ahora el granadino tiene la mosca detrás de la oreja porque se ha enterado de que van a promover con dinero público un Instituto Andaluz de Divulgación Educativa de la Ciencia en Málaga. ¿No es eso otro Parque de las Ciencias con otro nombre? ¿No es un menosprecio al museo granadino? El granadino está hasta la polla de la Junta.

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