EL PERO NO PUEDE FALTAR

No están tan lejos los años en los que la festividad del Día de la Cruz convertía la ciudad en un botellódromo inmenso

Al fin la normalidad va ganando terreno a los sustos y los malos ratos. La última muestra, aquí en Granada: la celebración, al fin, del Día De la Cruz.

La gente llenó calles, patios y todas las cruces con la ilusión de estar recuperando algo anhelado. Ni las cuatro gotas de lluvia que amenazaron, más que lograron, ensombrecer el día consiguieron desanimarnos. Las cruces, espectaculares, aunque faltara alguna de las emblemáticas.

Lo que no faltó fue el 'pero'. Ni en las cruces montadas ni en las conversaciones de la ciudadanía. Un pero, el de las conversaciones, que este año venía a cuento de si ha de ser este un día festivo o no. Otra vez.

No están tan lejos los años en los que la festividad del Día de la Cruz, junto con la Fiesta de la Primavera y algún otro evento, convertían la ciudad en un botellódromo inmenso, tras el que era difícil, si no vergonzoso, salir a la calle. De aquella época, en la que hubo un alcalde del PP orgulloso de que esta fuera la ciudad donde a la gente joven se le había construido un espacio para que pudieran beber sin molestar al vecindario, pudimos salir. Y hasta llegar aquí, a las Cruces de 2022, celebrando y disfrutando nuestras tradiciones, la calle, la amistad…Y el pero sigue ahí, tan granadino, quizá formando parte de esas mismas tradiciones.

Más nos valdría que empezáramos los debates con reflexiones sensatas. Que pensemos, por ejemplo, si el calendario festivo de una ciudad lo decide, en exclusiva, el Ayuntamiento. O si hay que ajustarlo al calendario laboral o si hay que solicitar a otros organismos la posibilidad de fiestas locales o fiestas escolares o algunas otras festividades.

La misma polémica que llenó ayer muchas horas de conversaciones se extiende también al viernes del Corpus. Esta fecha nunca ha sido festiva, como la de la Tarasca, otra de las que generan polémica.

Pero (sí, sí: otra vez) hay quien dice que este año no va a ser fiesta, ese viernes, por desidia municipal. Sin saber que el Ayuntamiento, en su día, forma y plazo, lo solicitó a la Delegación de Educación, que no ha tenido a bien contestar. Y por eso no sabemos los motivos para esa negativa. Aunque viendo la fecha en la que el presidente andaluz ha convocado las elecciones, justo el domingo del Corpus, a lo mejor hemos de concluir lo poco que Granada les importa a quienes ahora gobiernan en Andalucía.

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