P'acá p'allá, p'allá, p'acá... Eso es lo pretenden hacer las precandidatas al parlamento juntandalucista, Francisca -Marifran, Paca, o el diminutivo que prefiera- Carazo y Macarena Olona, según ella, Macarena de Granada, que más que de Granada debería haberse renombrado Macarena de Sevilla, ya que al parecer aspira a presidir su sevillana Junta.
Pero ninguna de estas presuntas candidatas junteras por Granada es granadina, sino una vallisoletana y otra alicantina ¿Es que ni PP ni Vox cuentan con políticas granadinas para presentarse por nuestra tierra y defenderla como se merece?
Parece que no… que prefieren a dos señoras que primero vinieron p'acá -una recientemente en un gran paracaídas verde chillón para buscarse un asiento en el Congreso en nombre de Granada-, y que luego no pestañean en irse p'allá a la mínima de cambio, una p'a Sevilla y la otra p'a Madrid, a defender sus carreras políticas y poquito o con pésimo enfoque a Granada. Y es que siempre estarán primero Sevilla y Madrid…
Pero lo peor es que, junto a esta ausencia de representación femenina de granadinas en tales instituciones, éstas políticas, que nada/poco/o pésimamente defienden a Granada, vuelven nuevamente a Granada para presentarse a las elecciones por nuestra tierra tras sólo conseguir migajas para los granadinos.
¿Alguien va a votar al stablishment de siempre representado por quienes en nada nos representan?
La experiencia del 13-F, con los tres procuradores regionalistas de UPL, tres provincialistas de Soria Ya y uno de Por Ávila, debería dar por fin a los granadinos la esperanza de que otra Granada es posible, porque es posible luchar por nuestros intereses desde el regionalismo, desde el Granadexit, como aspiración a materializar nuestro derecho constitucional a constituirnos en una CA distinta de Andalucía, como seguro que más tarde o más temprano conseguirán León, Zamora y Salamanca. Mientras tanto defenderán como nadie a su región en el Parlamento de una Comunidad a la que no pertenecen históricamente.
La ideología del Granadexit es nuestra tierra y los intereses de sus habitantes, y no los p'acás y p'allás de los funestos políticos de siempre, que sólo construyen su futuro mientras destruyen el de Granada y los granadinos, y que cínicamente, como en un déjà vu, vuelven a Granada cuando huele a elecciones.
Otra forma de hacer política es posible, y, como en Castilla y León, Granada también luchará con voz propia por el futuro autónomo de nuestra tierra. La voz del Granadexit es la voz de nuestro futuro. Y los de siempre, que se dejen ya de p'acás y p'allás…
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