Con qué legitimidad Sánchez e Iglesias critican a los españoles que salen a la calle si han sido ellos los que han establecido la desescalada y quienes, para más inri, violan la cuarentena por sistema?

Eso sí, desde la izquierda mediática demonizan a Ayuso por la aglomeración en el cierre de IFEMA -ya se ha disculpado- mientras ellos niegan su gran responsabilidad: permitir el 8-M y demás actos públicos que autorizaron ese día, de los que seguro responderán penalmente ante la multitud de querellas que se les avecinan.

En este escenario de culpabilidad evidente del gobierno, que quiere repartir a toda costa con los "Pactos del diablo", el estalinista-leninista Iglesias llama parásita a una diputada de Vox, cuando los únicos parásitos constatados de este régimen cuasi inconstitucional son él, su casta, su pareja, Calvo y todos los podemitas que desde el gobierno nos imponen medidas inconstitucionales y cercenan nuestros derechos fundamentales con la excusa del estado de alarma. Por eso quieren que se prorrogue…

Y es que la hoja de ruta de Iglesias pasa por igualarnos a todos en la pobreza y convertirnos en parásitos de una renta vital, dependientes y votantes vitalicios de su comunismo, permaneciendo así ellos como casta gobernante, ricos y mega propietarios a costa de nuestra pobreza, cuando los únicos parásitos son ellos.

No es de extrañar que La Internacional comience con "Arriba, parias de la Tierra. En pie, famélica legión", porque su único objetivo es que todos seamos pobres y dependamos de sus subsidios, mientras ellos se forran en el poder.

No quieren generar riqueza ni que fluya la economía privada, porque quieren seguir controlando todo el poder plenipotenciario que les otorga un estado de alarma indefinido, en el que incomprensiblemente todos podemos pasear, hacer deporte, ir a la peluquería…, pero no se permite que la actividad económica circule con normalidad, que es lo único que va a levantar al país de la crisis que nos espera.

Es de manual comunista bolivariano… y a su imposición coadyuva el miedo y la obediencia de los ejemplares ciudadanos cumplidores, aunque haya excepciones de incívicos.

Pedro y Pablo sí que son parásitos de nuestra democracia, que peligra gravemente con estos desalmados que sólo se mueven por criterios de poder.

Los ciudadanos tenemos que rebelarnos ante esta dictadura jurídica, de mentiras y bandazos, y ante la grave vulneración de nuestros derechos fundamentales por estos estos parásitos. Es apremiante… las calles nos esperan…