Putin nos amenaza

Estamos en una situación muy complicada y hay sobrados motivos para la preocupación y el pesimismo

Sin ánimo de alarmar, quiero trasladar mi enorme preocupación al conocer las las palabras del presidente ruso, Vladimir Putin, que ha amenazado este jueves con la opción nuclear si Occidente envía militares a Ucrania. Dice Putin que “Rusia tiene armas capaces de alcanzar objetivos en territorio de la UE; incluso armas nucleares que pueden conllevar la destrucción de la civilización”.

A ello se unen las palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen que este pasado miércoles dijo en Estrasburgo que “la amenaza de guerra con Rusia puede no ser inminente, pero no es imposible”.

El conflicto armado tras la invasión de Ucrania protagonizada por Putin lleva ya dos años desgarrando a dicho país y enfrentando a occidente con Rusia, ya que los países de la OTAN apoyan militar y económicamente a Ucrania, haciendo que Putin no haya podido doblegar al Gobierno de Zelensky ni al ejército de Ucrania.

Realmente estamos en una situación muy complicada en el ámbito de la política internacional y hay sobrados motivos para la preocupación y el pesimismo. A los ciudadanos solamente nos queda trasladar a nuestros respectivos Gobiernos que pongan el máximo celo para evitar una escalada bélica que sería absolutamente desastrosa.

Es inevitable que se produzca un refuerzo de la fuerza bélica de los países de Occidente invirtiendo más en armamento y en fortalecimiento de nuestros ejércitos. No es una buena noticia ni un asunto deseable pero da la impresión de que no queda mejor opción. Subirán los gastos militares, sin duda.

No obstante, convendría transparencia, debate y pedagogía para entender la compleja situación que vive hoy la política internacional y contribuir así a generar corrientes sociales que apuesten por un futuro en convivencia entre los diversos bloques geopolíticos aunque, al tiempo, sea conveniente disponer de una fuerza militar capaz de disuadir posibles ataques y, en caso de que se produzcan, minimizar daños.

Está en juego el bienestar de muchos países y, sin duda, el sistema democrático que nos permite una razonable calidad de vida, nos permite disfrutar de la libertad y aspirar a conseguir progreso social, por más que la democracia tenga algunas e importantes áreas de mejora. Tarea de titanes nos espera.

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