Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Sevilla es mi nación

El "nacionalismo" sevillano ha demostrado ya con creces que nada nos ha dado, ni nada nos dará

Soy español porque soy andaluz, y soy ambas cosas porque soy sevillano; Sevilla es mi nación", pues sí Pepote… tanto tú, ex presidente de una Comunidad Autónoma que ha demostrado su ineficacia durante 40 años en gestionar de manera igualitaria un territorio de 87.268 km², como tu antecesor y tus sucesores en el cargo, o son de Sevilla, o sus padres son sevillanos, o residían en Sevilla desde la más tierna infancia… No es de extrañar que Sevilla sea tu nación… desde la que habéis gobernado los destinos de 8,388 millones de personas al gusto de este triste lema, que tras cuatro décadas, se revela completamente cierto… habéis demostrado que Sevilla ha sido, es y será vuestra nación.

Y siendo completamente legítimo que el sentimiento que expresa Rodríguez de la Borbolla exista en la mayoría de los sevillanos, por ende, también lo es que los granadinos podamos sentir a Granada como nuestra nación, nación autónoma del centralismo sevillano, no sólo por motivos históricos, sino por justicia material para un territorio agraviado y despojado de casi todo, por no decir de todo… a causa de la constatada voracidad sevillana.

Por ello, ahora que Pedro Sánchez quiere abrir la caja de Pandora del Estado federal y determinar qué territorios podrían tener la consideración de Estado dentro de España, Granada podría ser uno de ellos tan legítimamente o más que Sevilla, Murcia o Cataluña. De todas maneras, esta ocurrencia de Sánchez para contentar a Puigdemont, Junqueras y la ANC, tiene menos recorrido que el del AVE a Granada, ya que este ideólogo del rincón -de la izquierda más a la izquierda porque es el único rincón que le han dejado- parece haber olvidado que para cambiar el modelo territorial de Estado -recogido en el artículo 137 de la Constitución- tiene que preguntarnos a todos los españoles en referéndum -artículo 167.3, solicitado por una décima parte de diputados o senadores-, por lo que difícil veo que prospere en su descabellado empeño. Mientras… que él y los suyos sigan debatiendo estérilmente entre un batiburrillo de naciones culturales, nación de ciudadanos, o nación de naciones…

Pero, sin embargo, para dar a este territorio histórico olvidado llamado Granada lo que es de justicia, no hay que modificar ninguna Constitución, ya que su artículo 144 a) nos permitiría ser una Comunidad Autónoma como Murcia, La Rioja, Cantabria o Asturias, con tan sólo una Ley Orgánica aprobada por las Cortes Generales. Y el artículo 143.1 que se unieran otras provincias limítrofes.

Y este sentimiento que podría equipararse al de "Sevilla nación", no es anti sevillano, antes al contrario, si ellos se consideran una nación… pues perfecto, pero que no impidan que otros puedan desgajarse del lastre de la desigualdad territorial creada desde una Comunidad Autónoma que debería llamarse Sevilla en vez de Andalucía, del lastre de infraestructuras decimonónicas, de hospitales desmantelados, de tribunales despiezados, de una pobreza estructural y de una decadencia territorial inadmisible en pleno siglo XXI. Y ello es posible desde otra óptica, la de la gestión autonómica de los intereses de nuestro pueblo, máxime cuando el "nacionalismo" sevillano ha demostrado ya con creces que nada nos ha dado, ni nada nos dará. No olviden pues que todo es posible en Granada…

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