Esta boca es tuya

Antonio Cambril

cambrilantonio@gmail.com

Torra, el 'Molt deplorable'

Se puede y se debe ser duro con el president sin necesidad de aliarse con la reacción ni ver delitos de rebelión donde no hay

Torra, el presidente de la Generalitat, ha amenazado con la vía eslovena para conseguir la separación de Cataluña y Pablo Iglesias lo ha reprendido diciendo que "se le ha calentado la boca". Hay que ser muy benevolente para hablar de "calentamiento" cuando Torra tiene la boca llena de infierno. La vía eslovena fue un conflicto armado con decenas de muertos que tuvo lugar a principios de los 90 en el territorio de la antigua Yugoslavia. ¿Quién pondría aquí los muertos? ¿Los García, los López, los Nadal o los Torra? Esa es la primera cuestión. Y ésta es la segunda: más del 90% de los eslovenos eran partidarios de la independencia, en tanto que en Cataluña hay un reparto aproximado del 50%. Luego se puede y se debe ser duro con Torra sin necesidad de aliarse con la reacción ni pedir cárcel para la eternidad para los presos independentistas o ver delitos de rebelión donde no los hay según prestigiosos juristas españoles y europeos.

Como decíamos anteayer con Mencken, quienes hablan de la patria suelen esperar cobrar por eso. El precio del partido refundado al que pertenece Torra era del 3%. Así que uno desconfiaba del "molt deplorable" president antes de que llegara al poder; aumentó su recelo al conocer las declaraciones en las que, más que contra el Estado, escupía contra los españoles y lo dio completamente por perdido el día en que, para apoyar una huelga de hambre, hizo un feroz ayuno ante la prensa y no probó bocado entre el almuerzo y la cena. Lo que no deja de sorprender es el aturdimiento de los líderes de Podemos, atrapados entre la espada del independentismo catalán y la pared del nacionalismo español: al norte del Ebro son considerados unionistas y su apuesta por el referéndum exprés los condena a ser identificados como aliados del secesionismo en el sur. El ruido mediático y cierta incapacidad para matizar su posicionamiento en favor de un camino común les está acarreando la pérdida de apoyos en el resto del país. No faltarán puristas que mantengan que si la formación se hunde es porque el electorado se equivoca, pero esta senda garantiza gobiernos de derechas para décadas. Los dos nacionalismos triunfarán, la izquierda se desangrará y llegará el momento en que Pablo Iglesias tendrá que remedar a Groucho Marx y decir a cada uno de sus antiguos aliados: "No tengo nada, pero quédate con la mitad". Los parados, los pensionistas, los desahuciados y los trabajadores pobres también recibirán lo suyo: nada o muy poco.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios